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Carlos Semprún Maura

La caída real

Si un candidato declara que los quesos franceses no son los mejores del mundo se hunde.

"¿Eric Besson? ¿Quién es Eric Besson? Aquí nadie lo conoce. Hablemos de cosas serias", declaró a los periodistas, antes de uno de sus mítines de campaña, Ségolène Royal. Pues resulta que no sólo se le conoce, sino que dentro de poco será tan conocido como la propia Ségolène Royal. Eric Besson ha dimitido del comité de campaña de la candidata socialista. Era secretario nacional del Partido Socialista, estaba al cargo de las cuestiones económicas y era uno de los pilares de la campaña de la "virgen loca". Dos días antes de su dimisión lo vi en televisión defender otra vez con fanatismo a su candidata y atacar con el mismo fanatismo a Nicolas Sarkozy.

Fue Besson quien inventó la famosa frase que ilustraba un vídeo de campaña contra el candidato rival: "Sarkozy es un neoconservador yanqui con pasaporte francés". Al parecer, no sería francés "de verdad" ni republicano "de verdad". Sarkozy no sería digno de ser presidente por sus orígenes y por su atlantismo, es decir, por ser de derechas. Me da náusea constatar que, para ser un candidato aceptable –no para todos los franceses sino para los partidos, los medios, los institutos de sondeo y las amas de casa–, hay que ser antiyanqui, "ecológico" y chovinista. Si un candidato declara que los quesos franceses no son los mejores del mundo se hunde. Ségolène no ha hablado de quesos, por ahora, pero en otro de sus mítines de la semana pasada se preguntó: "¿Quiénes se atreven a criticar nuestra maravillosa escuela francesa? ¿Quiénes se atreven a criticar a nuestros maravillosos profesores?". Y nadie se atrevió a responder: pues usted, señora.

El caso es que el PS está en crisis. La candidata ha decidido disolver su comité de campaña. Basta de autogestión, necesito jerarquía, declaró. Y algunos se preguntan si no será porque, después de la de Besson, otras dimisiones amenazaban en el horizonte.

Pero claro, lo más importante para ella son los sondeos, en los que está en chute libre, o caída real. Para la primera vuelta de abril próximo, estas son las últimas cifras: en noviembre de 2006, el 34%; en diciembre, el 33%; en enero, 31%; y tanto el 1 como el 15 de febrero, el 26%. Sarkozy, en ese mismo sondeo, obtiene el 33%. Lo más grave es que en la segunda y última vuelta, Sarkozy obtendría el 55% y Ségolène el 45%. La distancia nunca ha sido tan grande. Evidentemente, todo puede cambiar de aquí al último domingo de abril, salvo el carácter, el engreimiento y la profunda imbecilidad de la candidata. Pero, como todo el mundo sabe, y los españoles mejor que nadie, no sería la primera vez que se eligiese a un o una imbécil.

En el papel de "tercer hombre" no estará Orson Welles sino Le Pen o François Bayrou. Cabe preguntarse quién es peor.

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