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EDITORIAL

Libertad económica e inercia gubernamental

El informe viene a confirmar que el Gobierno de Zapatero, más que a liberalizar, se ha limitado, en el mejor de los casos, a gestionar y beneficiarse de unas reformas laborales y fiscales llevadas a cabo por el Gobierno anterior

La Fundación FAES ha presentado un año más el "Índice de Libertad Económica", elaborado por académicos de la prestigiosa Fundación Heritage, en asociación con The Wall Street Journal, en el que, junto a la buena posición global en la que sitúa a España, cabe señalar las posiciones por debajo de la media mundial en las que se encuentra nuestro país en áreas tan decisivas como el mercado laboral, el gasto público o la presión fiscal.

Ciertamente en estas áreas, así como en las que nuestro país obtiene calificaciones por encima de la media mundial, tenemos que tener en cuenta el valor relativo y comparativo de las mismas, sin que por ello quepa aducir necesariamente que se haya liberalizado en algunas de ellas. Al margen de las políticas compartidas con la Unión Europea, que tampoco se han liberalizado, cabría preguntarse qué avances ha tenido la libertad económica en nuestro país, no ya referidas al mercado laboral, a los impuestos o al gasto público, sino también a otras áreas como la lucha contra las raíces estructurales de la corrupción, la reducción de trámites burocráticos para la creación y gestión empresarial, la protección de los derechos de propiedad o la liberalización financiera.

No parece que poner trabas a inversores por el hecho de ser alemanes, impulsar OPAs desde el ámbito político, politizar la oferta de suelo urbanizable, proponer la despenalización de la usurpación de propiedades inmobiliarias o mantener la mitad del sistema financiero en manos de unas cajas de ahorro de titularidad pública sean, entre muchos otros ejemplos, el modo de hacer avanzar esos índices de libertad económica que tan directa relación tienen con la prosperidad de las naciones.

En cualquier caso, el lugar 27 que ocupa nuestro país es un consuelo –insistimos, relativo– que, tal y como señala el propio informe, viene a confirmar que el Gobierno de Zapatero, más que a liberalizar, se ha limitado, en el mejor de los casos, a gestionar y beneficiarse de unas reformas laborales y fiscales llevadas a cabo por el Gobierno anterior.

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