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GEES

La tentación de ZP

Si hay tropas españolas allí no es por su convicción de estar contribuyendo a luchar contra el terrorismo y a estabilizar el suelo afgano. Se envió a nuestros soldados para contentar a los Estados Unidos tras la deshonrosa salida española de Irak.

Para el sonriente presidente del Gobierno es inmoral enviar a nuestras tropas a combatir. Para nosotros es inmoral exponerlas a riesgos innecesarios porque, para contentar a su conciencia y a su electorado radical, no se quiera admitir el peligro que corren y no se las dote de los instrumentos necesarios para que cumplan su misión protegidas de la mejor manera.

Nuestras tropas llevan perdidas en suelo afgano (esto es, sin contabilizar el accidente del Yak en 2003 donde murieron 62 militares que regresaban de allí) 20 vidas. 17 en el inexplicado "accidente" de los helicópteros, uno de un ataque al corazón y, con la muerte de Idoia Rodríguez, dos por acciones enemigas.

Se da la paradoja de que nuestras bajas están relativamente por encima de nuestra contribución al contingente total de las fuerzas de la ISAF, mientras que nuestras bajas en combate están por debajo. En números, España aporta un 2% de soldados a la ISAF, ha tenido casi el 3% de sus bajas totales, pero sólo un 1% de las bajas por fuego enemigo. Que la proporción de perdidas en combate sea baja es natural, ya que nuestras tropas se despliegan en un sector relativamente alejado de los focos violentos de los talibán, más hacia el sureste del país. Pero que las bajas totales estén por encima de nuestra aportación al contingente merece una explicación por parte del ministro Alonso.

El problema de Afganistán para el Gobierno de ZP es que no cree en la misión. Si hay tropas españolas allí no es por su convicción de estar contribuyendo a luchar contra el terrorismo y a estabilizar el suelo afgano. Se envió a nuestros soldados para contentar a los Estados Unidos tras la deshonrosa salida española de Irak. Para expiar nuestros pecados. Si no, es imposible de entender la machaconería gubernamental en lo que teóricamente tiene de humanitaria nuestra tarea así como los sucesivos análisis que describen Herat como lo más parecido a Disney World.

Ya con la baja del soldado Jorge Arnaldo Hernández, en julio pasado, el ministro de Defensa rehusó calificarlo como baja en combate, prefiriendo el término accidente. La muerte de Idioa Rodríguez la ha calificado ahora de "acontecimiento", muy en línea con los famosos "accidentes" a los que recurre su jefe, ZP, para referirse a los atentados terroristas. Hay que preguntarse qué pensarán los soldados y oficiales cuando escuchan cosas así.

¿Pero qué es lo que piensa el jefe del Gobierno? ¿Hará caso a sus socios que le exigen una retirada inmediata de Afganistán? ¿Observará el ejemplo de su querido Romano Prodi? Tal vez debiera dejarse tentar por el ejemplo de éste y no por Llamazares. Que dimita y convoque elecciones.

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