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Emilio J. González

Luz y taquígrafos para Conthe

Si Conthe habla, lo que diga podría ser utilizado en los tribunales contra Enel y Acciona, los amigos de Zapatero en todo este feo asunto, y dar al traste con la operación que se traen todos ellos, y alguno más, entre manos.

A este Gobierno le molesta sobremanera todo lo que sea transparencia acerca de sus actuaciones. El propio Zapatero, por desgracia, ya nos tiene más que acostumbrados a responder en los medios de comunicación, o en mítines y otros actos públicos, a las preguntas que se niega a contestar en el Parlamento, para no dar lugar a las críticas de la oposición ni a que ésta le ponga en un brete en cualquiera de las muchas actuaciones más que discutibles que el Ejecutivo y su presidente han llevado a cabo a lo largo de la legislatura.

La negativa de los socialistas a que el dimisionario presidente de la CNMV. Manuel Conthe, comparezca ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados no es sino un ejemplo más de esa política en la que a las declaraciones de transparencia que hicieron el PSOE y sus líderes en su momento y de cara a la galería, le ha seguido la realidad contumaz de negarse a cualquier cosa que implique luz y taquígrafos. Sin embargo, son varias e importantes las razones por las que Conthe debe comparecer ante el Congreso de los Diputados y formalizar allí, y no ante el Ministerio de Economía, su dimisión.

Conthe ha requerido su comparecencia ante la Comisión de Economía ni más ni menos que porque es lo que dice su código de buen gobierno. En su momento, el Ejecutivo lo respaldó plenamente por lo que implicaba de transparencia en unos momentos en los que sus actuaciones en el caso Endesa ya habían sobrepasado los límites que marcan la diferencia entre la anormalidad y el escándalo. Dicho código era un lavado de cara para el Gobierno, que entonces podría haber pedido la retirada del artículo que ahora lleva a Conthe a presentar su dimisión ante el Congreso de los Diputados, pero no lo hizo por cuestiones de imagen y ahora el Gabinete y los socialistas se niegan a actuar en consecuencia. Pero lo que está haciendo Conthe es, ni más ni menos, que lo que dice su código y, por tanto, está en su derecho una vez que el Ministerio de Economía dio luz verde a ese texto.

Conthe, además, ha presidido un organismo de suma importancia para la economía española, como lo es el supervisor de los mercados financieros, ahora más que cuestionado a causa del caso Endesa. Por esta razón, también, Conthe debe comparecer, y lo antes posible, ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. A causa de la forma en que por ahora se ha resuelto todo el asunto de Endesa, que podría distar mucho de estar definitivamente cerrado, la credibilidad y la confianza en la economía y los mercados financieros españoles se ha deteriorado considerablemente justo cuando nuestro país necesita de la financiación exterior para financiar esas inversiones que el ahorro nacional no es capaz de cubrir. Ello exige, entre otras cosas, transparencia, un conocimiento claro de qué ha sucedido en torno a la eléctrica que preside Manuel Pizarro y un propósito de enmienda y rectificación de los errores cometidos.

En este sentido, la comparecencia de Conthe es del todo punto vital para saber qué es lo que ha pasado en realidad. Pero eso, precisamente, es lo que le pone nervioso a un Gobierno que ya está a menos de un año de las próximas elecciones generales. Conthe, por ejemplo, puede hablar de las presiones sufridas por él y por la CNMV para que el Gobierno pudiera salirse con la suya, o de por qué los demás miembros del consejo del supervisor de los mercados financieros votaron en contra de sancionar a Enel y Acciona por saltarse a la torera las decisiones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Pero si Conthe habla, el Ejecutivo probablemente va a tener serios problemas en unos momentos en los que todas sus apuestas políticas, hasta la tan polémica de las negociaciones con ETA, se vienen abajo sin deparar resultado alguno. En este contexto, las palabras del presidente de la CNMV son más leña que se añade al fuego del fuerte desgaste que están experimentando Zapatero y su equipo; un fuego que, sin duda, el PP se encargaría de atizar convenientemente, como le corresponde en su papel de principal partido de la oposición.

Por último, Conthe debe comparecer con carácter de urgencia para aclarar qué es lo que ha pasado en torno a Endesa y su futuro, porque muchos de los accionistas minoritarios han salido claramente perjudicados a causa de los mangoneos de Moncloa y el Ministerio de Industria. La CNMV está, entre otras cosas, para proteger los intereses de los minoritarios, que se han visto sumamente violentados en todo este asunto, y no para dar el visto bueno a las irregularidades e ilegalidades del Gobierno. Por supuesto, si Conthe habla, lo que diga podría ser utilizado en los tribunales contra Enel y Acciona, los amigos de Zapatero en todo este feo asunto, y dar al traste con la operación que se traen todos ellos, y alguno más, entre manos. Pero precisamente por eso Conthe debe hablar, ya que su testimonio puede ser fundamental para la defensa no solo de esos accionistas sino de la integridad y el futuro de Endesa que, hoy por hoy, se presenta muy incierto.

Claro que esto implicaría que esos acuerdos de Zapatero que han contribuido, de una forma u otra, a dejar a E.On fuera de juego, se vendrían abajo, se convertirían en papel mojado. Y eso es lo que no quiere que suceda un Ejecutivo que niega a Conthe la luz y los taquígrafos que, hoy por hoy, son del todo punto necesarios ante lo que ha sucedido en torno a Endesa y las consecuencias que ello puede acarrear.

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