Ha querido la casualidad que dos mujeres relacionadas con el Partido Popular hayan compartido protagonismo el mismo día. La primera de ellas lo es por el dolor que produce su renuncia, aunque sea, esperemos, temporal. María San Gil se ve obligada a dejar la vida pública en un momento crucial para el PP en el País Vasco, cuando queda poco más de un mes para las elecciones municipales, por un serio problema de salud. Todas las críticas que se le podrían hacer a su trayectoria palidecen ante el coraje y el tesón con el que ha defendido lo más importante: la libertad.
En una región de España donde el terrorismo y el nacionalismo han impedido en buena medida le llegada de una democracia real, donde los concejales del único partido que hoy en día se opone realmente a ETA deben abandonar sus cargos por las amenazas, donde necesitan que gentes de toda España aporten su nombre para completar las listas electorales de quienes no quieren someterse al "nacionalismo obligatorio", personas como María San Gil resultan imprescindibles. Por eso no podemos sino desearle una pronta recuperación y que vuelva a incorporarse a la política activa lo antes posible.
Mientras, Jaume Matas ha decidido que sus cesiones en asuntos lingüísticos al pancatalanismo no eran suficiente como para ganarse el perdón de la progresía. Por eso ha incluido en su lista al parlamento balear a la escritora María de la Pau Janer, que no ha dudado en dejar claro que considera que son "muy radicales y muy desagradables" los miembros del PP que defienden la libertad individual frente al rodillo colectivista del nacionalismo, frente a Matas, que al escogerla a ella, ha demostrado su capacidad de desmarcarse. De desmarcarse del PP que le vota y del que surgen los heroicos concejales que se presentan en el País Vasco, a los que el dirigente balear ha demostrado su desprecio escogiendo a quien abomina públicamente de la idea de España que éstos defienden.
En el mismo día, María San Gil anuncia su retirada y María de la Pau Janer su catalanismo y aversión por los líderes del "PP estatal". Esperemos que no sea un síntoma de lo que está por venir.
