El Primero de Mayo ha sido un entierro con desfiles desde el primer momento, ya que su parto fue sangriento: se trata de conmemorar mundialmente las numerosas víctimas de una manifestación exigiendo la jornada laboral de ocho horas, allá en el Chicago de finales del siglo XIX. Pero este Primero de Mayo, en Francia, ha sido particularmente siniestro. Las reivindicaciones han sido más políticas que sociales, debido a la campaña. Y ha transcurrido bajo un sol madrileño, cuando yo salí de un Madrid que padecía un frío parisino. ¿Cuándo se decidirán a instaurar una planificación socialista del clima?
Fue más entierro que nunca para los partidos "obreros", o de extrema izquierda, porque precisamente en la primera vuelta de las presidenciales han sufrido una derrota histórica. Sólo la trotskista LCR ha obtenido un 4%, los demás no han logrado ni el 2%. Tomemos el PCF, el más grueso de los cadáveres: en las presidenciales de 1969, el candidato comunista Jacques Duclos obtuvo el 29% en la primera vuelta, mientras que Marie-Georges Buffet sólo ha sido capaz de alcanzar un 1,9% en esta ocasión. Después de la guerra, por los años 45 o 50, el PCF superaba confortablemente los 30% en las legislativas (no había presidenciales aún). Era "el primer partido de Francia", el "único partido resistente", el "partido de los fusilados", porque reivindicaban con orgullo sus 75.000 fusilados por los nazis cuando, en realidad, fueron 400.
En este sentido la extrema derecha, el FN de Le Pen, ha resistido mejor, ya que ha obtenido el 10,5%. Por cierto, durante su tradicional y patriótica manifestación del Primero de Mayo, bajo el simbólico patrocinio de Juana de Arco, en su asimismo tradicional discurso, Le Pen recomendó a sus huestes la abstención, una abstención masiva, no votar ni por "Sarko" ni por "Sego".
Todos los comentarios, rumores y suposiciones giran estos días en torno al destino de los votos de François Bayrou en la primera vuelta, que fueron algo más del 18%. Él tampoco ha dado consignas, y todos tienen la esperanza, como es natural, de que esos votantes se decantarán masivamente por su candidato, de modo que muestran sus pantorrillas para llamarles la atención. Es imposible predecir a quién votarán esos electores "centristas", pues faltan gitanas con suficiente capacidad como videntes, pero hay un hecho: de los veintinueve diputados de la UDF, se han declarado a favor de Sarkozy un total de veintiuno. Entre ellos está Hervé Morin, el presidente del grupo parlamentario y uno de los principales lugartenientes de Bayrou, que ha declarado que votará a Sarkozy sin vacilaciones, porque Ségolène no tiene la capacidad suficiente como para ser presidenta.
Después del exitoso y multitudinario mitin de Sarkozy este domingo, Ségolène intentó competir el martes con otro mitin-show. Pretenden rivalizar con la presencia de estrellas de la canción e intelectuales "bailarines". Pan y circo. Pero les faltan Frank Sinatra y Marilyn Monroe. Lo que todo el mundo espera con angustia y el corazón en la mano, como decía nuestra portera, es el debate cumbre de la campaña, el cara a cara entre Sarkozy y Royal. El último sondeo: Sarkozy 53%, Royal 47%.