Últimamente he estado viajando para dar charlas en universidades, think tanks y asociaciones para dar a conocer la edición de bolsillo de Mitos, mentiras y simple estupidez. En la gira he observado que aquellos que parecen más activos son defensores del cheque escolar. Muchos de ellos están siendo objeto de diversos ataques.
Cuando la Evergreen Freedom Foundation (EFF), una organización sin ánimo de lucro dedicada a impulsar la libertad individual, criticó el uso por parte del sindicato de profesores del estado de Washington del dinero de las cuotas para politiquear contra el cheque escolar, el sindicato atacó a la organización con anuncios en prensa a toda página y cuñas de radio de 30 segundos en horario de máxima audiencia. Los anuncios calificaban a la EFF de "think tank de derecha radical" que utilizaba "grandes fajos de billetes" para promover su agenda política. Los portavoces del sindicato también les llamaron "cretinos", "sacos de basura", y "fanáticos malvados". Según un partidario del sindicato, "esa escoria circula por debajo de las alcantarillas, pero huele aún peor".
¿La EFF dispone de "grandes fajos de billetes"? Eso es un mito. Su presupuesto no es nada en comparación con el del sindicato que les acusó, que gasta ocho veces más dinero en política que los partidos republicano y demócrata locales sumados. La EFF obtiene su dinero de personas que se lo dan voluntariamente, en lugar de sacarlo sin permiso de las pagas de profesores que no pueden elegir no darlo. Entre los donantes de la EFF hay personas como la asistenta Gussie Hoff. Gussie, que donó a Evergreen 30 dólares al mes durante once años. Incluso ahora, que no puede trabajar, sigue enviando dinero y disculpándose por no poder hacer más.
Los ataques de los poderosos sindicatos no han mermado la pasión de los defensores del cheque escolar. Es como si se dijeran: "Podéis insultarnos, pero sabemos que lo que hacemos está moralmente bien."
En San Antonio, Texas, Jim y Cecilia Leininger han gastado 10 millones de dólares de su propio dinero en becas para estudiar en centros privados, de las que se han beneficiado 8.000 estudiantes que tenían problemas para estudiar en escuelas públicas.
En una reunión de la Texas Public Policy Foundation, Jim dijo: "No teníamos este programa en marcha ni un mes cuando el director de una escuela de San Antonio nos llamó y nos dijo: 'Tengo dos chicos negros en mi escuela que son gemelos idénticos. Acaban de entrar en sexto grado. Tienen once años. Son buenos chicos. Son buenos estudiantes. No quieren estar en una banda. La banda va a ir a por ellos. Si no les dais una beca de emergencia, los van a matar."
No es la única historia de horror. "Tuvimos una niña pequeña a la que ya el mismo día en que llegó a la escuela intermedia le dijeron que, con once años, era demasiado guapa para ser virgen", dijo Leininger. "Estos tíos intentaron violarla en el mismo aula al acabar el día. Seguramente por la gracia de Dios, la profesora volvió al aula y empezó a gritar justo antes de que la niña fuera violada."
Una niña pequeña rubia de primer año iba a una escuela en el lado oeste de San Antonio. Nueve chicos mayores afilaron los lápices y se pusieron a correr el círculo alrededor suyo, atacándola con ellos. Recibió 39 puñaladas.
Una madre con la que hablamos tenía un hijo que se escondía en el armario, pataleando y gritando, con miedo de ir a la escuela. Acababa de entrar en sexto y se había encontrado con la banda por primera vez. Ella lloraba cuando nos llamó y nos dijo: "No puedo enviarle de vuelta allí donde las bandas lo persiguen,¿qué puedo hacer?"
Leininger le concedió a él y a otros niños desesperados "becas de emergencia". Desafortunadamente, hay miles de chicos más que querrían escapar del monopolio escolar gubernamental pero no pueden. Leininger espera que algún día todos los niños de Texas tengan las oportunidades que tienen los receptores de sus becas.
Por defender el sistema de cheque escolar, que permitiría que eso sucediera, los periodistas le llamaron "malvado". El San Antonio Express News llegó a caracterizar el debate sobre la libre elección de colegio como el que se producía entre defensores de los cheques frente a candidatos "pro-educación". ¿Los partidarios del cheque escolar no son pro-educación? Venga ya.
