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Martín Higueras

Buscando polémica donde no la hay

No hay duda de que Alonso sigue y seguirá siendo el principal favorito para ganar el Mundial pero también es cierto que si quiere lograrlo necesitará la ayuda de Hamilton tal y como ocurrió en Malasia.

La Fórmula Uno, como buen deporte que despierta pasiones, está llena de polémicas. En cada carrera, aunque no esté involucrado alguno de nuestros pilotos favoritos, existen toques, maniobras peligrosas y adelantamientos al borde del reglamento. El GP de España de este año no ha sido una excepción. El problema es cuando se busca un problema o una polémica donde sencillamente no la hay. Como es obvio, me refiero a la maniobra entre Felipe Massa y Fernando Alonso en la primeras dos curvas del circuito de Montmeló, que por cierto ha sufrido una auténtica mutilación en una de las que eran las curvas más excitantes del calendario, la New Holland.
 
Lo que hizo Alonso era lo que todos nos esperábamos, pese a que partía desde la zona "sucia" de la parrilla. Además, entre que nos tiene acostumbrados siempre a buenas salidas y a que perdió muy poco terreno con respecto a Massa, pudo aprovechar para lanzarse al ataque en la curva Elf. Algunos creerán que el español era ya primero y que le había ganado la partida al brasileño. Pero no fue así. Sencillamente Massa no quiso levantar el pie y Alonso tampoco. Y aunque es verdad que fue el asturiano el que evitó el accidente, lo que ocurrió fue sencillamente un incidente de carrera. Bravo por Alonso que lo intentó y bravo por Massa que aguantó y se llevó al final un hat-trick (pole, carrera y mejor vuelta). Ésta es la F1 que queremos ver todos. El asturiano jugó sus cartas y perdió, aunque pudo recuperar el MP4/22 para lograr un valiosísimo tercer lugar. De haber impactado contra Raikkonen, por ejemplo, o contra algunos de los BMW Sauber, la situación sería muy diferente. 
 
No puedo dejar de mencionar que me alegra que esta vez uno de los comentaristas de la transmisión (una vez más muy completa con detalles interesantes en la previa de la carrera) haya apuntado que efectivamente se trataba sólo de un incidente de carrera. La reacción de Alonso fue algo exagerada en la conferencia de prensa. No sabemos si su mal humor –ahí y en el podio– era realmente por ese detalle o porque ve cómo su compañero de equipo sigue recibiendo elogios por su trabajo y se coloca como el piloto más joven de la historia en liderar el Mundial. Y los que critican a Hamilton ahora deberían recordar los inicios del español. Era agresivo y valiente y por eso despertaba la admiración de todos. Lo mismo hace el inglés ahora. En este punto algunos podrán opinar, de manera lógica además, que la situación no es la misma ya que Hamilton es el segundo piloto. Sin embargo, no sabemos si lo es realmente, o si Alonso es el número uno de la escudería. Si revisamos la historia, McLaren nunca ha tenido muy claro ese concepto: Senna-Prost, Hakkinen-Coulthard o Raikkonen-Montoya. No hay duda de que Alonso sigue y seguirá siendo el principal favorito para ganar el Mundial pero también es cierto que si quiere lograrlo necesitará la ayuda de Hamilton tal y como ocurrió en Malasia. Si antes se quejaba de que no tenía un verdadero "escudero" –cosa cierta además– ahora tiene la ventaja de que Hamilton es altamente competitivo.
 
Felizmente, los grandes premios no sólo se centran en los primeros lugares. Detrás de los equipos punteros hay otros que batallan por ser los terceros en discordia y parece que BMW Sauber será el que ocupe hasta final de temporada ese lugar. Heidfeld abandonó cuando hubiera podido ser una amenaza real para Alonso mientras que Kubica al fin logró un buen resultado. No pasará mucho tiempo hasta que estos comiencen a ocupar lugares en el podio lo que confirmará a esta temporada como una de las más disputadas de la historia. Mención aparte merece David Coulthard que pese a ser el más viejo de la parrilla demostró que la experiencia pesa mucho, en especial cuando se conduce un coche de inferior calidad.
 
Lo que hemos visto en Montmeló este fin de semana ha sido espectacular y no sólo por la carrera, ya de por sí muy interesante. Si a eso se le suma los más de 140.000 espectadores, el GP de España se ha convertido en lo que antes veíamos en Interlagos cuando el gran protagonista era Senna, o en Hockenheim cuando reinaba Shumacher, e incluso en Monza donde la afición ferrarista cubre de rojo las gradas. Realmente impresionante.
 
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