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EDITORIAL

¿Hasta cuándo durarán las vacas gordas?

A más de tres años del ascenso de los socialistas al poder, el modelo está más que consumido y no sería de extrañar que, si no se abordan las reformas imprescindibles, la actual y duradera bonanza se torne en crisis

El Gobierno de Zapatero recibió como herencia de los gabinetes de Aznar el caramelo de una situación económica envidiable. Estábamos en un ciclo expansivo que había dado comienzo a mediados de los noventa y que, para cuando los socialistas llegaron al poder en 2004, llevaba ya ocho años arrojando cifras positivas y satisfacciones para el Gobierno y los españoles. El secreto que posibilitó el "milagro" económico de la era Aznar, dos legislaturas en las que se crearon 5 millones de puestos de trabajo y la economía española creció muy por encima de las del resto de Europa, fue un ramillete de reformas que el primer Gobierno Aznar acometió con valentía y azuzado por el recuerdo de la brutal recesión de 1993-94.

Este modelo, basado en la flexibilización de ciertos mercados como el laboral y en la apuesta decidida por la internacionalización de la economía española, se encuentra ya completamente agotado y espera desde las postrimerías del último Gobierno de Aznar un empujón que, naturalmente, no se ha dado. Para mantener el crecimiento, la creación de empleo y asegurar la competitividad de nuestra economía son necesarias nuevas y más profundas liberalizaciones, acompañadas de desregulaciones y de las siempre convenientes bajadas de impuestos, elíxir que dispara el crecimiento y, como consecuencia, la prosperidad y el bienestar general.

Con Zapatero, sin embargo, a lo que hemos asistido es a una vuelta al intervencionismo clásico de la izquierda pero sin tocar lo fundamental del modelo anterior, que es el que ha permitido, paradójicamente, que el Gobierno pueda despilfarrar a placer las rentas acumuladas por otros. El problema es que, a más de tres años del ascenso de los socialistas al poder, el modelo está más que consumido y no sería de extrañar que, si no se abordan las reformas imprescindibles, la actual y duradera bonanza se torne en crisis. Conociendo el paño, no es difícil aventurar cuáles son las recetas que Zapatero aplicará para paliarla. Muy probablemente, el remedio será peor que la enfermedad.

En Libre Mercado

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