Menú
Víctor Llano

Zapatero no aprende

Tanto en Cuba como en España, jamás renunciará a intentar saciar a la fiera. Lástima que tanto allí como aquí la fiera se muestre insaciable. No soltará a la presa. Si deja de comer se muere.

Casi cinco décadas de barbarie envuelta en patrañas no impiden que el Gobierno de Zapatero insista en trabajar en Europa para los intereses de los hermanos Castro y de sus herederos. Ahora dice Moratinos que no se tomará más mojitos con sus amiguitos carceleros si en el plazo de un año no han mostrado un mínimo respeto por los derechos humanos. Tal vez nuestro ministro de Asuntos Exteriores confíe en que el Máximo Líder haya muerto para entonces. En cualquier caso, ¿a quién pretende engañar ofreciendo otro año de gracia a los que quieren heredar la gestión de las más de doscientas cárceles? ¿Acaso 48 años no le parece tiempo suficiente? ¿Por qué van a hacer en los próximos doce meses lo que no hicieron en 576?

Raúl Castro y sus generales quieren quedarse con la finca del coma-andante. Y a Zapatero le consta que, frente a las expectativas que surgirán cuando muera Esteban Dido, los que pretenden heredar y mantener lo mucho que robó tendrán que multiplicar la represión y construir nuevas prisiones. Lo mínimo que se les puede pedir es que se vayan. Sin embargo, es a nosotros a quien pide es que no interfiramos en las conversaciones que mantiene con los verdugos de cientos de miles de españoles.

De poco le ha servido a Zapatero comprobar para qué le valió aquí lo mucho que habló con los etarras. Raúl Castro le pagará con la misma moneda. La única que tiene. Más barbarie y más mentiras. Y Zapatero, incluso sin pretenderlo, le está ayudando del mismo modo que ayudó a los etarras a reorganizarse y a disponer de los millones de euros y de la información que obtendrán de muchos ayuntamientos en los que antes no estaban y por lo que ahora pasean a sus anchas.

O se está con las víctimas o se está con sus verdugos. Zapatero ya eligió con quienes quería estar. Ya demostró su indiferencia ante el sufrimiento ajeno siempre que lo causen sus amigos. Ya traicionó a los que primero tendría que proteger. No necesita añadir ridículo a la infamia. Nadie le comprará la trola de que dentro de un año cambiará su política respecto a la tiranía castrista. Tanto en Cuba como en España, jamás renunciará a intentar saciar a la fiera. Lástima que tanto allí como aquí la fiera se muestre insaciable. No soltará a la presa. Si deja de comer se muere. Zapatero no aprende.

En Internacional

    0
    comentarios