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EDITORIAL

Eguiguren nos da la razón: Zapatero mintió

El Gobierno, el PSOE y sus terminales mediáticas han venido corroborando punto por punto todas las denuncias formuladas entre otros por la AVT y Libertad Digital

Hace tiempo que el diario El País lleva dando la razón a todos los que hemos denunciado las negociaciones políticas llevadas a cabo por el PSOE con ETA, iniciadas antes de que Rodríguez Zapatero anunciase en junio de 2006 su intención de reunirse con los terroristas.

Así ocurrió cuando pocos días antes de que el presidente del Gobierno solicitara la autorización del Congreso para realizar contactos con ETA, el diario de Prisa publicó un informe que revelaba que las negociaciones habrían comenzado en 2002, un año después de la firma del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo. El designado para llevar a cabo esta labor fue Jesús Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi y condenado por maltratos a su esposa, algo que nunca ha importado a las feministas de carnet. Con esta información, El País confirmaba todos los indicios aparecidos en otros medios de comunicación y que señalaban a Eguiguren como el muñidor de conceptos como "doble vía" y "alto el fuego permanente". Que lo que otros dijeran entonces fuera objeto de las más crueles descalificaciones por parte de El País sólo demuestra el vergonzoso seguidismo político del otrora "diario independiente de la mañana".

Desde que José Blanco afirmara que "todo el mundo lo sabía" refiriéndose a las negociaciones de los socialistas con ETA, el Gobierno, el PSOE y sus terminales mediáticas han venido corroborando punto por punto todas las denuncias formuladas entre otros por la AVT y Libertad Digital. El último en demostrar que mientras otros buscaban la confusión nosotros simplemente contábamos la verdad es el mismo Eguiguren, quien en una entrevista exclusiva publicada ayer en El País daba cuenta de las mentiras de Rodríguez Zapatero a propósito del mal llamado "proceso de paz", como la reanudación de conversaciones con los terroristas tras el atentado en la T-4 de Barajas y el carácter "político" de las reuniones. Esperamos que tras estas informaciones el actual equipo dirigente del PP haya disipado todas sus dudas sobre la conveniencia o no de oponerse a la nueva investidura del Presidente del Gobierno. Que sean otros los que elijan creer que, como afirma Eguiguren, "han escarmentado" y todo "está superado".

Tan sólo 24 horas antes de la publicación de la entrevista, Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez, dedicada duras palabras al lehendakari Ibarretxe y pedía que cualquier fuerza política con responsabilidad de Gobierno asumiera como "primer compromiso derrotar a ETA en todas sus fuentes". Por desgracia, las manifestaciones de Iríbar, que se corresponden con la opinión de la inmensa mayoría de los españoles, no han sido escuchadas ni por el PNV ni por el PSOE, que desde 2002 optó por una táctica muy diferente, agravada por el uso sistemático de la mentira.

Nos gustaría pensar que tras su segunda victoria electoral, Rodríguez Zapatero rectificará y asumirá la política antiterrorista de gobiernos anteriores. Sin embargo, hasta la fecha carecemos de evidencias que lo prueben. Eguiguren, con su mezcla de sinceridad parcial y disculpas a medias, intenta lavar la imagen de su jefe y convencer a la ciudadanía de que lo suyo sólo fue un desafortunado error. Pero ni su entrevista ni las que puedan publicarse en los próximos días desviarán la atención de lo que ya nadie puede negar: Zapatero mintió, mucho y muchas veces, y a él compete asumir la máxima responsabilidad por los errores y dar las oportunas explicaciones. El martes comienza la sesión de investidura, ocasión perfecta para que la oposición sea fiel a sus promesas y comience a pedirle cuentas. Momento de escuchar, pero también, y sobre todo, de exigir.

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