...y dentro de poco no trabajarán para ninguna otra cosa (habría que añadir).
Los que no han estudiado para nada y ahora son ministros ¿están incluidos en la encuesta?
Hay otro de cada tres no trabaja, y el resto son políticos, funcionarios, actores de la ceja, jueces y demás gente de mal vivir.
Imagino que está bien el constatarlo, pero no se puede decir que los resultados del estudio sean precisamente sorprendentes:
"Quienes lo tienen más dificil para encontrar trabajo son los que en más proporción se adaptan a lo que salga en lugar de ser selectivos con dónde se contratan".
Es decir: jóvenes, mayores, extranjeros y gente sin estudios superiores son quienes más tienen que ir "a la que salta".
Cabría matizar que las personas más mayores suelen haber adquirido una amplia experiencia laboral en áreas que no siempre se relacionan directamente con sus estudios. Es decir, que no se trata de que ellos de "adapten" a un puesto de trabajo que no "les encaja" sino que con el tiempo han adquirido la preparación necesaria para dicho puesto (y no es extraño que tengan mejor preparación para lo que ejercen que para lo que estudiaron).
Sobre la diferencia en este aspecto entre hombres y mujeres, tampoco es sorprendente, ya que las mujeres reciben mil y una ayudas mientras que los hombres se tienen que buscar las castañas por su cuenta. Así, el colectivo que "lo tiene más difícil" y tiene por tanto que adaptarse más a lo que se ponga a su alcance es, precisamente, el masculino.
Un saludo.
El fenómeno no es sino la muestra de la dinámica del mundo actual y no debería extrañarnos ni deberíamos pretender evitarlo -sería intentar poner puertas al mar-. Es sabido que si por ejemplo, un ingeniero no adquiere nuevos conocimientos desde que recibe el título, en 10 años está totalmente incapacitado para el ejercicio de su profesión -a menos que se recicle-. En las TI este plazo podría reducirse a 5 años o menos.
Aunque el efecto es menor en preparaciones cortas de tipo práctico. Por ejemplo de FP, en realidad, lo que se adquiere en la Universidad no son conocimientos prácticos, sino aptitudes y base para comenzar a aprender una vez que el egresado se encuentra con el trabajo real. En algunas profesiones, la especialización, tecnificación y dinámica de las tecnologías empleadas, hacen que el licenciado novel no haya oído ni hablar de algunos de los dispositivos, sistemas y técnicas que tendrá que utilizar. Piensen por ejemplo, la diferencia entre las situaciones de dos "Telecos" recién egresados cuyo primer trabajo les conduce respectivamente a un radiotelescopio astronómico y a la sección de obras -cableado y repetidores- de una compañía telefónica.
Lo anterior podríamos extenderlos a muchas otras profesiones. Por ejemplo, calculen la situación de un titulado de FP en mecánica de automóviles si dentro de 10 años la mayoría de vehículos son híbridos o de hidrógeno. La consecuencia es que tanto la Universidad como el resto de instituciones de enseñanza, deben preocuparse de la formación básica y de cuestiones que serán igualmente valiosas en el futuro. Por ejemplo, el trabajo en equipo; la capacidad de improvisación; de análisis de situaciones; la importancia del trabajo bien hecho y otras, entre las que destacaría como más importante, la capacidad de seguir aprendiendo y adaptándose.
Hubo tiempos en los que un licenciado salía de la universidad y al morirse, el estado de la cuestión era exactamente el mismo que cuando él empezó. Sin embargo, esos tiempos se fueron para no volver -creo-.