La crisis del pepino y el perjuicio que está causando a España ha sido tratado este miércoles por el comisario europeo de Sanidad, John Dalli. Durante la rueda de prensa ha justificado en varias ocasiones la postura alemana de acusar sin pruebas concluyentes a España de exportar la bacteria E.coli.
De hecho, en vez de condenar la postura la alemana, el comisario ha bromeado sobre el enfado que existe en España por las declaraciones de la consejera de Sanidad de Hamburgo.
Un periodista español le preguntó si "no es obvio que si la consejera de Sanidad dice que los pepinos españoles pueden ser el origen, los consumidores van a dejar de consumirlos". La respuesta del comisario no tiene desperdicio y con sorna y una risa final se limita a decir que "es obvio que en estos tiempos las noticias corren muy rápido gracias a los medios".
Además, Dalli afirmó que "no se quiere meter en una lucha de países" mientras que, en ningún momento de su intervención, ha dicho con claridad que los pepinos españoles son seguros. Incluso, llegó a asegurar que "no le consta" que ningún país haya vetado los productos españoles, sino que habrían sido los propios supermercados los responsables del bloqueo.
El comisario ha pedido "calma" a la opinión pública y lo más crítico que ha dicho ha sido el tachar de "desproporcionada" cualquier medida que bloquee el comercio de verduras y hortalizas españolas, porque el "foco" de la infección "está en los alrededores de Hamburgo".