Enhorabuena a los investigadores por estos excelentes resultados que tantos y tan importantes beneficios pueden proporcionar a muchos millones de enfermos de esta plaga moderna.
Sólo veo un "pero" a todo esto: con la desastrosa degradación moral que padecemos, el incremento en la seguridad en materia sexual induce un aumento en las conductas de riesgo que a menudo provocan un mal mayor que el bien que la nueva seguridad puede procurar.
Ha pasado por ejemplo con el famoso condón. Desde luego, es más seguro tener sexo con él que sin él, pero esa seguridad adicional que proporciona ha desatado una auténtica explosión de promiscuidad, con efectos contraproducentes: como la efectividad del condón oscila entre el 90% y el 95%, es más probable contraer una ETS (enfermedad de transmisión sexual) tras veinte contactos sexuales con condón que tras uno sin él.
Y en manos de un promiscuo, las cajas de condones vuelan.
Así pues, si bien los avances como esta vacuna son extraordinariamente positivos, su efectividad sólopuede venir de una política de prevención integral, que no se centre solo en usar condones y en curar enfermos, sino que también incida en la moderación y las buenas costumbres en materia sexual.
Eso es exactamente la política "ABC" de prevención, que se ha puesto en práctica en Uganda con excelentes resultados:
A=Abstention (abstención)
B=Be faithful (sé fiel)
C=Condom (condón)
A: Quien quiera protegerse mejor, que se abstenga del sexo, que se ponga en cuarentena él mismo.
B: Quien no quiera abstenerse, que sea fiel a una sola pareja, lo que establece una cuarentena alrededor de ambos: si están ambos sanos, la enfermedad no podrá entrar, y si están enfermos no podrá salir. Como mucho, uno podrá contagiar al otro, pero no más.
C: Por último, quien ni se abstiene ni es fiel, que use condón. No es la panacea, pero es mejor que no usar nada.
Y quien aun así se contagie, que acuda a la Iglesia, que es la institución que más enfermos de SIDA cuida en todo el mundo.
Un saludo.