Una alimentación equilibrada y ejercicio físico de forma habitual son dos de los principales puntos de apoyo para conseguir tan saludable reto. Sin embargo, son pocos los que practican una actividad física de forma adecuada.
En este sentido, los farmacéuticos recomiendan realizar ejercicio físico de forma continuada (recordando que hay una actividad física para cada edad y circunstancia), pero comenzando progresivamente: dar un paseo, subir y bajar escaleras, bicicleta estática, nadar, excursiones a pie…
Lo que no es aconsejable es llevar cabo un esfuerzo puntual y volver al sedentarismo habitual, que es una de las causas de aparición y desarrollo de las enfermedades crónicas más frecuentes. En tal sentido, la actividad física es una recomendación habitual para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en la población.