Entre estos productos figuran los biberones y otros productos para bebidas.
En este sentido, el farmacéutico señala las siguientes recomendaciones para su uso adecuado:
- Elegir la tetina adecuada según la edad, tamaño, características fisiológicas y preferencias del neonato, ya que de ello dependerá el grado de aceptación del biberón por parte del bebé, la calidad de la succión y el correcto desarrollo maxilar y del paladar.
- El flujo de agua, leche o alimento debe ser el adecuado. No se debe aumentar el tamaño del orificio, ya que con ello, se suprime la sensación de cansancio (necesaria para la saciedad del lactante) y se favorece el desarrollo de malas digestiones, con vómitos y dolores abdominales.
- Esterilizarlos de forma periódica y renovarlos cuando sea necesario.
- El biberón debe ser preparado ajustando las proporciones de leche y agua a las dosis prescritas por el pediatra o según lo especificado por el fabricante. Los biberones demasiado concentrados pueden provocar síntomas de deshidratación y problemas en la digestión, mientras que los diluidos en exceso no alimentan adecuadamente.