En él se homenajea ¡bien por Australia! a todos los donantes de sangre, anónimos, que todos los días salvan vidas, y no tienen ni una calle en ningún sitio en este país de vampiros.
Otros, por el contrario, con una firma matan millones de niños y niñas. ¿Verdad, Juan Carlos? ¿Verdad, José Luis alias El Zejas? ¿Verdad, excomulgado Bono?
La noticia da poca información y bastante ambigua. Cuando este señor se muera ¿que va a pasar? ¿Van a morirse miles de niños por ese problema?
¿No hay mas personas en el mundo que puedan donar esa clase de sangre?
No se explica nada sobre el tipo de enfermedad del que se trata, ni de la característica de la sangre del donante que puede curarla. Todo el artículo es una mera alabanza al señor James Harrison. Me parece muy bien que se le alabe, sin duda. Pero, en la sección de salud de este periódico, esperaba un poquito más de substancia.
Por fin una noticia bonita, gracias.
Por una vez una buena noticia ¿se le estará pasando el enfado al Señor? porque últimamente parece que está riguroso.
Para el ilustrísimo James Harrison, mi agradecimiento como ser humano. Conductas como la suya devuelven la confianza en el futuro.
Me resulta particularmente entrañable, porque yo no puedo donar sangre debido a una enfermedad congénita. (ya se que a nadie le importa, pero a mi si)
Qué orgulloso debe de estar de sí mismo. Y con razón. Dios le bendiga.
Aido:
Aprende, satanasa.
Fantástico y que gran servicio a la humanidad. No como otros que yo se.
Que bonita historia entre tanta mierda. Hace que recuperes algo de confianza en los humanos.
¡Que bendición de hombre!.¡Alabado sea el Todopoderoso!.
Esto es amor.