Los trabajadores del periódico fallido La Voz de la Calle permanecen encerrados en la redacción que hasta hace diez días era su lugar de trabajo, de línea editorial de izquierdas. Con esta decisión los redactores pretenden lograr que la dirección les pague "una indemnización por daños y perjucios".
El portavoz de la asamblea de trabajadores del periódico que ellos mismos han creado, Raúl García, ha segurado que llegaron a la empresa en "condiciones bastante complicadas" porque no firmaron contrato ni se les dio de alta en la Seguridad Social hasta que el propietario, Teodulfo Lagunero, comunicó el cierre del periódico.
Según García, en un principio solicitaron a la empresa seis meses más liquidación, algo que ésta rechazó totalmente. Posteriormente, acordaron dos meses más, pero cuando se personó el abogado en la redacción la propuesta no era la que "habían acordado por teléfono", ha severado el portavoz.
Los trabajadores se sienten muy desanimados con esta decisión y han explicado que se habían "hecho muchas ilusiones" con el nuevo proyecto. Incluso se ha dado el caso de que uno de ellos decidió dejar su trabajo en Estados Unidos para formar parte del equipo de La Voz de la Calle.
Entre las irregularidades que ha cometido la empresa está la obligación de que sus trabajadores "se dieran de alta como desempleados" para así poder obtener mejoras fiscales, según ha explicado uno de los trabajadores, Pablo Veyrat.
Estaba previsto que La Voz de la Calle saliera el 1 de abril, pero el 5 de este mes el dueño, Teodulfo Lagunero, les comunicó que por razones económicas no saldrá nunca. Los trabajadores tienen previsto convocar mañana lunes a la prensa en la redacción del periódico.