Tanto el diputado Bartomeu Vicens como su mujer tuvieron que comparecer ayer ante el juez para aclarar el origen de ese dinero interceptado en la celda.
Antonia Martorell, la esposa de Vicens –que fue mano derecha de Maria Antonia Munar- "coló" el dinero en la cárcel dentro de unas zapatillas, hecho que justificó porque su marido le había pedido "un calzado cómodo".
Los 11.000 euros en billetes de 500 no se tratan de un soborno, aseguró el matrimonio. Según expusieron en el Juzgado de Instrucción número 2 de Palma, en el año 2006 –cuando Vicens aún era consejero de Ordenación del Territorio en Mallorca-, vendieron "dos inmuebles que recibieron como herencia" por los que cobraron "12.000 euros en negro".
Estos fondos no los ingresaron en ningún banco por ser, precisamente, en negro, y fueron escondidos en su "caja fuerte" en el chalet de Esporles donde residen. Y que lo ocultaron en esas zapatillas "por miedo a los robos" que se estaban produciendo en la zona. "Pensamos que, si asaltaban la casa, lo primero que preguntarían los ladrones sería por la caja fuerte, por eso escondimos allí el dinero".
Martorell detalló que su marido le pidió que le llevara unas zapatillas a la cárcel y que cogió precisamente ésas sin percatarse de que dentro estaban los 11.000 euros en billetes de 500. Y añade que una hija de ambos tuvo que ser intervenida en el quirófano y que en ese momento estaba "muy nerviosa".
Vicens está en prisión desde el pasado verano, cuando fue condenado por el TS a tres años de cárcel por prevaricación y malversación al utilizar dinero público para comprar facturas falsas, se justificó diciendo que, de no haber cobrado los "12.000 euros en negro" la venta de dichos inmuebles "no se hubiera hecho".
El matrimonio tiene todo su patrimonio, por valor de 11 millones de euros, embargado por haber cobrado comisiones del 15% a cambio de la recalificación del polígono industrial de Son Oms. Pese a lo sucedido con los 11.000 euros, dice El Mundo, la Fiscalía no ha pedido medidas cautelares ni registros.