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DISTURBIOS EN el centro de madrid

Los 'jóvenes sin futuro' provocan una batalla campal: 24 detenidos y 5 policías heridos

La manifestación de la extrema izquierda celebrada en Madrid por el movimiento "Democracia Real Ya" ha acabado con violentos disturbios. 

Un total 24 personas han sido detenidas la noche del domingo acusadas de desorden público y daños al mobiliario urbano al término de la manifestación convocada en Madrid por el movimiento pacífico "Democracia real ya", han informado a Efe fuentes policiales.

Como consecuencia de los incidentes los servicios de Emergencias Madrid han atendido a cinco policías y a otras dos personas, al parecer ajenas a la manifestación, de lesiones leves, según fuentes sanitarias.

Los incidentes han tenido lugar en la zona centro de Madrid a las nueve de la noche, al término de la manifestación convocada por el movimiento "Democracia real ya".
Al término de la marcha varios grupos de exaltados efectuaron cortes de tráfico en la Gran Vía, y se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden en la Plaza de Jacinto Benavente, la calle Fuencarral, Valverde y la Puerta del Sol.

La policía, según las fuentes, efectuó varias cargas para dispersar a los manifestantes y restablecer el tráfico de vehículos en la Gran Vía. Como consecuencia de estos incidentes y según las fuentes ha resultado dañado numeroso mobiliario urbano, como marquesinas de paradas de autobuses, y se han quemado numerosos contenedores de basura de la zona centro.

¿Quiénes son?

El movimiento "Democracia real ya" se presenta como un grupo heterogéneo que agrupa a diversos colectivos, pero no es más que un intento de la extrema izquierda por capitalizar el descontento con la crisis. En la web de este movimiento se pueden leer las típicas consignas anticapitalistas de los movimientos antiglobalización de toda la vida. Ni una idea nueva. De hecho, la manifestación contó con el apoyo de la organización Attac y el manifiesto lo leyó José Luis Sampedro, enemigo acérrimo de la libertad.

Piden más subsidios, expropiaciones, banca pública, más impuestos. Todo un decálogo del intervencionismo estatal más feroz, disfrazado de la mal llamada 'democracia participativa'.

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