El Mundo constata que el director del FMI lo tiene fatal, pero fatal. "Identificado por la camarera, presenta arañazos y mintió sobre la hora de salida del hotel". Además, tiene "cara de haber dormido mal" y "aspecto de fugitivo". Pedro J. se lo pone aún peor. "Un amo del universo descendido a los infiernos". Y con más razón que un santo cree "inexplicable que no haya dimitido o que el FMI no le haya destituido aún" con la que ha armado.
Tampoco La Gaceta da tregua y Carlos Dávila habla del "desvarío del socialista lujurioso", un "sujeto que tenía mucha bibliografía presentada sobre sus aficiones" y cuyo nombramiento como director del FMI "fue un error desde el primer día". En un demoledor editorial sobre el "socialista, rico y corrupto" cuenta que Sarkozy, que al parecer conocía los defectillos de este señor, le dio un consejo que evidentemente no siguió: "Evita coger el ascensor tú solo con una becaria".
ABC es que se ceba. "Recela siempre de los hombres con nombre de mujer (Dominique)", dice con mucho cachondeíto. "Quiso almorzar dos veces porque mientras comía –cuenta- con su hija en Nueva York, pedía –cuentan- carne en un hotel", continúa sin cortarse un pelo. "Tanta ingesta irrita el colon, por lo que se impone bromuro de otilonio". En el editorial extiende el problema a toda Francia. "París en el banquillo". Y es que, para ABC, "la sociedad francesa" ha sido la que "ha tolerado ostentosamente ciertas costumbres de algunos dirigentes políticos". Ignacio Camacho, prudente, dice que "aún no se sabe si es la improbable víctima de una compleja operación Mata-Hari o un rijoso pichabrava" –se le nota que se inclina más por esto último-. "Pero si el episodio de la camarera es cierto, se le va a caer su elegante pelo cano", se regodea.
Ya en campaña electoral, constata ABC que el PSOE "no moviliza al electorado" ni en Sevilla mientras el PP está que no se lo cree y lanza "un mensaje de cautela ante los sondeos". "No es buena la euforia y hay que poner los pies sobre la tierra". Vamos, que están muertos de miedo. Hermann Tertsch trata de aplacar a los que se suben por las paredes con Rajoy, que "tiene muy enfadados a muchos de sus votantes. Y no me refiero sólo a mi querido y admirado Federico Jiménez Losantos". No. Hay "muchos españoles profundamente dolidos (...) por la falta de músculo político y coraje para dar la batalla de las ideas" que padece Rajoy. "Esta desnudez ideológica total resulta exasperante". Pero se le ve contentillo porque "si Rajoy les irrita a ellos, a los socialistas los ha llevado a la absoluta exasperación (...) así que ya habrá tiempo para intentar corregir los desmanes del Gobierno. Ahora se trata de acabar con una pesadilla, que es esta agonía bajo esos zombis de Moncloa y Ferraz. Y Rajoy puede hacerlo". ¿Y si no tuviera ganas?
El País está preocupado por ese movimiento social que ha echado a la calle a miles de personas contra los políticos. "El Movimiento 15-M alarma a la izquierda", dice. "El éxito de las protestas inquieta al PSOE e IU mientras agrada al PP", porque es el "movimiento de los indignados" y los socialistas "están seguros de que se trata de exvotantes de izquierda" descarriados. Está El País realmente asustado. Y es que resulta que "los promotores no solicitan el voto para ninguna opción ni pretenden crear una nueva". Marcianos, vamos.
A La Razón lo que le preocupa es el Constitucional, que tras legalizar Bildu quiere cargarse la doctrina Parot que supondría la excarcelación de muchos etarras. "Con Bildu y sin la doctrina Parot, el Constitucional desarma a la democracia y fortalece a ETA (...) El Constitucional es un órgano sumido en el desprestigio y politizado al servicio de una causa que no es la justicia ni el interés general", atiza sin piedad.
Y Público resume cómo están las cosas en el PSOE. "Encarecidamente y con toda mi alma. Así es como pide ya el voto Zapatero". Le falta echarse a llorar. Juan Carlos Escudier explica clarito, clarito lo que les pasa. "Zapatero se ha empeñado en esta campaña en acabar con cualquier amnesia que pudieran sufrir" los funcionarios, los asalariados, los pensionistas... "A todos les asiste el derecho a opinar que el Estado del Bienestar ha retrocedido sin que el presidente les acuse de mentir como bellacos, que ya son ganas de pisar callos". Pues ya lo sabes, presidente. Que les has tocado bastante las narices.