La crisis del pepino continúa provocando pérdidas al sector agrícola español, que no piensa dejar que todo quede en agua de borrajas. De ello dieron muestra este jueves profesionales del sector en Valencia, cuando acudieron frente al consulado alemán y tiraron 200 kilos de frutas y verduras, como protesta.
Esta imagen ha traspasado fronteras, impactando a los rotativos de medio mundo, que tras una semana de crisis ya optan por dar una cobertura bastante más profusa al asunto que en días anteriores. Valga el ejemplo de The Wall Street Journal, que incluso lo lleva a su portada como información principal. En la información, da cuenta de la "disputa diplómatica entre Alemania y España" desatada por el origen de la bacteria, en la que según la versión del rotativo "luchan por ver quién tiene la culpa", sin cargar las tintas contra el Ejecutivo germano por difundir información no verificada. La noticia también comparte protagonismo en The Washington Post, que abre con la noticia su edición de papel, al igual que la digital. Aunque la fotografía de portada remite a las protestas de los agricultores valencianos, la información se preocupa más bien poco de las funestas consecuencias que ha tenido para España.
En su lugar, prefiere hacer una información de alcance, en la que informa sobre las posibilidades de que la bacteria llegue a los EEUU. De hecho, en el interior de la información, el Washington Post zanja la polémica entre Alemania y España casi sin mencionarla: "Los consejeros europeos no están seguros de qué ha causado el contagio, haciendo difícil su control. Las sospechas iniciales apuntaban a que esta había crecido en España, pero los test de laboratorio demostraron que los pepinos contaminados con una versión del E.coli no procedían de esa cepa", asegura el diario, obviando que esas sospechas fueron lanzadas por Alemania.
Mientras, The Financial Times hace un análisis más reposado de lo ocurrido, centrándose en la crisis diplomática que se ha desatado. Aunque inclina la balanza por solidarizarse con España, el diario FT acaba cargando las tintas contra Bruselas y la eurozona, porque debería haber coordinado más las políticas llevadas a cabo. Además, ilustra su información con una espectacular fotografía de unas plantaciones de pepino cerca de Motril.
El británico The Independent también opta por una información más completa de todo lo sucedido. El rotativo apunta a las "autoridades alemanas" por "sembrar sospechas sobre los pepinos españoles antes de tener resultados concluyentes". Aún así, patina al asegurar que "Rusia prohibió la importación de todas las hortalizas españolas" ya que a quien cerró fronteras fue a todas las hortalizas europeas.
En la prensa británica sorprende la portada de la BBC, en la que nos recibe Clara Aguilera comiéndose un pepino sin pelar, traspasando fronteras. La cadena informa que la acusación de Alemania ha desatado "la ira" de España que es "el mayor productor español de pepinos" y que, en consecuencia ha reclamado "indemnizaciones por la pérdida de ventas de hortalizas".
El asunto ha llegado incluso hasta Australia, concretamente a la cadena World News Australia, que titula contundente: "España, furiosa por las difamaciones sobre el pepino". Principalmente, la información se centra en reproducir las declaraciones de Zapatero en Radio Nacional, en las que acusaba a la Comisión Europea de actuar con lentitud.
En la prensa gala también encontramos múltiples referencias a toda la crisis. Sin ir más lejos, el diario Le Monde ocupa buena parte de su portada con el asunto, dedicando incluso una viñeta humorística al ‘pepino’. Además, también el editorial se dedica a darle un tirón de orejas a Alemania, por lo peligroso que resulta "difundir rumores". Pero la más curiosa de todas las piezas que dedica es en la que informa de la reacción de los españoles... pero no la de los valencianos, lanzando hortalizas al consulado germano... sino la de la iniciativa humorística que han llevado a cabo muchos tuiteros: poner #unkilopepinos al final de su tuit, para apoyar el consumo de la hortaliza.