En un momento en el que la legalización de la coalición proetarra Bildu y su acceso a las instituciones en el País Vasco han colocado a las víctimas de la banda terrorista en una situación insoportable, en otras partes de España se ponen en marcha iniciativas que suponen un reconocimiento a aquellas personas que perdieron la vida a manos de ETA.
Eso es lo que ha hecho el Ayuntamiento de Majadahonda, localidad madrileña a 16 kilómetros de la capital. La corporación, en manos del popular Narciso de Foxá, ha organizado un homenaje a las víctimas del terrorismo este sábado 18 de junio a las 12:00 horas.
Al mismo asistirán Mari Mar Blanco, hermana del concejal popular de Ermua, secuestrado y asesinado por la banda terrorista el 12 de julio de 1997, y Macarena y Pablo, hijos del médico y coronel del Ejército del Aire Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA en su consulta en Sevilla el 16 de octubre de 2000.
En el acto homenaje, en la Avenida de España de Majadahonda, se descubrirá un monolito y se dará nombre al parque de La Rosaleda de la localidad, que pasará a llamarse Rosaleda Víctimas del Terrorismo.