Menú
la prensa de un vistazo

Monumental cabreo de ‘Público’ con ‘El País’ y doble traición en 'La Gaceta'

Nuestra querida prima, la de riesgo, monopoliza las portadas, pero de lo que de verdad se habla es de la que ha armado El País con su editorial-paliza.

Para saber qué tal le ha sentado a Zapatero el escupitinajo de El País vamos a su periódico de cabecera. Público echa las muelas. Está hecho una furia. Pero cabreado, vamos."Esta insoportable prepotencia", titula su columna el director Jesús Maraña, que tilda de "bando" y de "dibujo apocalíptico" el artículo de Cebrián. Tras recitar el discurso de Zapatero de que la culpa es de los bancos y de los mercados, que la crisis es internacional, etc, etc, etc, dice que "una insoportable prepotencia sigue afectando a quienes tienen la costumbre de dictar al poder de turno lo que debe hacer en cada momento". Le sigue Ramón Cotarelo, del Consejo Editorial, que sitúa en el "paroxismo de la arrogancia y el engreimiento" a Prisa. El columnista Isaac Rosa ya no puede más. "Elecciones anticipadas, por no oírlos más". Y es que "tener que escuchar, todos los días y a todas horas, el coro de voces que exige el adelanto electoral. Esto no hay quien lo aguante ocho meses". Pero Roures no se apea del burro. La información parece titulada directamente por Zapatero. "El PSOE defiende apurar la legislatura ante los ataques de los mercados". "Mejor no hablar de elecciones generales anticipadas. Ni plantearlas". Pues que ya lo saben, señores de El País.

El País, así a bote pronto, parece que no se ha dado cuenta de que Zapatero no le ha hecho ni caso y siguen mariposeando alrededor de Rubalcaba. Dice Aizpeolea que los socialistas tienen "dificultades" para "compaginar la acción del Gobierno con el proyecto de Rubalcaba", que "según fuentes socialistas" ha reaccionado con "gran malestar" ante la ensalada de tortas que le soltaron ayer a Zapatero.

Pero El País habla también de otras cosas. De hecho, después de montarle el pollo a Cospedal por denunciar las cuentas de Castilla-La Mancha, ahora dicen que su "déficit es desmesurado" y el "panorama aún más desolador del que apuntó sin datos Cospedal" a la que atizaron sin piedad por su "frivolidad". Pues ya no es antipatriota contar la verdad, vaya por Dios. Y en el colmo de la cara dura, dice El País que "el gobierno insiste en que Cospedal, que ganó las elecciones, debe asumir su responsabilidad, hacerse cargo de la herencia y asumir el coste político". ¿Tiene narices o no tiene narices?

Y andan los periódicos preocupados por el silencio de Rajoy sobre Camps, como si fuera nuevo. Dice Carlos E. Cúe que los silencios de Rajoy son ya una "tradición", pero este de ahora "es un juego más serio". "Rajoy es incapaz de machacar a sus rivales en directo (...) Él mata a sus enemigos con el tiempo, por agotamiento, sin que apenas se note". Pues sí que es serio, sí. Está dejando a Camps "cocerse en su propia salsa" y "nunca le pedirá que se vaya". Pero, hete aquí que "ha dado con la horma de su zapato" porque "si él es resistente y correoso, Camps lo es más". Esperamos impacientes a ver quién gana el pulso.

Y por fin un editorial sobre el chivatazo, que ya no es presunto ni una barbaridad pensar que un policía se chive a ETA. Qué va. "Un policía alertó" a la banda y los indicios "son convincentes". Lo "cuestionable" es que eso sea colaboración con ETA porque "se intentó evitar que ETA rompiera el proceso de paz". El "insólito método empleado" es un "dilema de naturaleza política, no jurídica". En su opinión, la justicia "podía y debía" haber actuado de otra manera ante "el chapucero procedimiento empleado para evitar la ruptura" pero esa "torpe manera" no es un delito. Así que pelillos a la mar. Tanto jaleo por una tontada.

Pedro J. se congratula, sin mencionarlo, del editorial de El País. De hecho está calcadito de uno que él escribió en abril, recuerda el director de El Mundo. Le causaría "satisfacción y regocijo ver cómo en los últimos días nuevos e insospechados actores se han unido a esta causa", pero la grave situación del país no le permite celebrarlo por todo lo alto como le gustaría. Hay que poner gesto serio, nada de risitas malévolas.

Así que, como el adelanto electoral ya lo trataron ellos en su momento, El Mundo está ahora más por el asunto Camps, que "se plantea pagar la multa por los trajes o dimitir" porque está "al borde del precipicio". El problema es que pagar sería "aceptar lo que ha estado negando dos años, que no se pagó sus trajes, y echarse a la espalda los antecedentes penales", que quedan feísimos en el curriculum de un presidente de Comunidad. Así que "la dimisión y el pago de la multa parece una buena solución para no seguir alargando más esta agonía". Ya Pedro J., pero entonces, además de quedarse sin despacho tiene que apoquinar. A Camps no le va a parecer buena solución, lo veo venir.

La Razón le completa el editorial a El País sin mijita de esfuerzo. El Gobierno está "desnortado, sumido en una alocada huida hacia adelante y en un estado de ansiedad y precipitación contraproducente para España", así que con un adelanto electoral "todos saldríamos beneficiados".

Y hay que darle un premio al periódico de Planeta por su defensa de Camps, inmune al desaliento. Hoy encuentra "errores en la estrategia contra Camps" y "zonas de penumbra en el auto de Flors". Venga, que no decaiga.

Mientras, Ely del Valle habla con desenfado del "alegre Curbelo", que ayer dimitió como senador. "Cada uno puede darle a su cuerpo alegría, Macarena, siempre y cuando sea fuera del horario laboral", le reconoce, pero no es ese el problema. "Su estilo de macarra de discoteca poligonera ha sido el de un impresentable que, evidentemente, no puede seguir representando a nadie".

ABC no se cree para nada el malestar que dice El País que tiene Rubalcaba con los trompazos a Zapatero. De hecho cree que, fijo, el editorial lo ha escrito él. "Rubalcaba eleva la presión para que Zapatero convoque elecciones", titula. Para Hermann Tertsch "la gran noticia" es que "quienes durante años han dirigido el coro mediático del Gobierno para descalificar y ridiculizar a quienes decíamos lo que ellos dicen ahora" tildándoles de "catastrofistas y antipatriotas, agoreros, saboteadores vocacionales", se suban al carro. "La prensa socialista se ha caído este lunes del guindo", dice, pero apostilla que "lo podían haber dicho antes" porque "con su influencia en la militancia socialista quizás habrían logrado acortar la agonía". Qué prisas, oye, ellos han caído cuando han caído. En la misma línea, Ignacio Camacho se ha quedado de piedra por la "encarnizada intensidad del ametrallamiento" de El País. Otros, por decir lo mismo, "recibían descalificaciones de fascismo irrredento". Y ahora, qué vueltas da la vida, "los suyos le señalan inclementes el camino de salida. Lo quieren fuera, y lo quieren ya".

Y La Gaceta cuenta que Rubalcaba se lava las manos y entona el pío, pío, que yo no he sido y "culpa a Felipe González del ataque de ‘El País’ a Zapatero". Pero el periódico de Intereconomía no se lo cree y dice que el "modus operandi del candidato" es la "traición a los dos", a Zapatero zurrándole la badana en El País y luego echándole la culpa a González de sus maldades. Qué listo, el tío. Carlos Dávila recuerda el "ingenio malvado" de Guerra, que dijo "Rubalcaba, Rubalcaba, que en cuanto te vuelves te la clava". Qué cosas se dicen estos socialistas. "Se han pasado siete años tildándonos de caverna, apocalipsis, fascistas y otras perlas", es "sencillamente bochornoso". Rubalcaba es un "traidor político" y lo de El País una "vendetta contra el zapaterismo mediático". Pero "es la verdad, la diga Agamenón o su porquero", concluye.

En Sociedad

    0
    comentarios
    Acceda a los 8 comentarios guardados