La Generalidad estudia prohibir el burka y el niqab en las calles y edificios públicos por motivos de seguridad, en el marco de una normativa de derechos y deberes más amplia que podría aprobarse a mediados de legislatura, según han confirmado a Europa Press fuentes del Gobierno catalán que han insistido en que el redactado se encuentra en una "fase inicial" y todavía no es concluyente.
Lo ha avanzado en declaraciones a Rac1, recogidas por Europa Press, el director general de Asuntos Religiosos del Gobierno catalán, Xavier Puigdollers, que ha señalado que la norma afectaría "a todo aquello que suponga una reunión o un encuentro con gente, ya sea en la calle o espacios públicos donde se da una concentración de gente, y a todo aquello que pueda suponer una incógnita sobre quién hay debajo" del velo.
Puigdollers ha señalado que "no se trata de un tema que afecte a la temática religiosa, el enfoque es un tema cultural y de tradición en algunos países; aquí, el uso no es una costumbre". "Por tanto, el enfoque debe ser el uso del espacio público y la seguridad", de forma que el velo integral quedará limitado al ámbito familiar.
De esta forma, el Gobierno pondría orden entre la quincena de ordenanzas municipales que prohibieron el burka y el niqa' durante el año pasado, siendo la ciudad de Lleida la primera en su regulación en todo el Estado.
Según Puigdollers, esta es la manera de garantizar la seguridad: "Aquí estamos acostumbrados a saber quién es la persona que tenemos delante. El hecho de que alguien esté totalmente cubierto puede dar una sensación de inseguridad".
Pese a que Puigdollers ha señalado que no hay fecha para aprobar la ley de derechos y deberes, que prepara la Consejería de Interior con otros departamentos, la consejería de Felip Puig ha señalado que en principio podría aprobarse a mediados de legislatura.
En cualquier caso, Puigdollers ha señalado que el Gobierno catalán no tiene prisa porque existen pocas mujeres que lleven este tipo de velos integrales en Cataluña.