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Las posesiones de Adolf Hitler, a subasta

Las gafas de Adolf Hitler han salido a subasta entre otros muchos objetos del Führer, sesenta y seis años después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Las gafas empezarán la subasta, organizada por el centro de subastas Hermann Historica, con un precio 9.000 libras, aunque se espera que alcancen el doble de ese valor. Además, vienen en su funda de cuero negro original, con terciopelo azul forrando su interior.

Hasta ahora, no existía demasiada constancia de esas gafas. Adolf Hitler pensaba que reflejaban debilidad, por lo que no le gustaba ser retratado con ellas. Por eso y para compensar sus crecientes problemas de visión, Hitler hizo que todos los documentos oficiales y discursos que le eran entregados fueran mecanografiados con una máquina especial con grandes espacios entre líneas y una letra de superior tamaño.

Hitler sufría de una enfermedad degenerativa de la vista que dificulta la focalización en objetos cercanos, y que se cree causada por un deterioro en la lente del globo ocular. Se trata de una afección muy común en personas que superan los 50 años, edad a la que se hace más habitual perder vista.

Otros objetos de Hitler que saldrán a subasta a finales de mes son una funda larga de cigarrillo, que partirá con un precio de salida de 9.500 libras. Hitler no fumaba, pero los líderes mundiales y dignatarios recibidos por el Reich en Berlín se los intercambiaban. Además, hay una lámpara de su apartamento en Prinzregentplatz en Munich y cinco piezas de cubertería que han alcanzado un precio de 1.700 libras. No obstante, uno de los principales objetos de la subasta será un reloj dorado, un regalo que data de 1929 y que llevaba puesto en el momento de su suicidio.

También será subastada una insignia de oro y esmeralda con la esbástica nazi en su parte interior, y que fue un regalo de cumpleaños datado del 20 de abril de 1942. Su precio de salida serán 20.000 libras, dice el Daily Mail. Por no hablar de una copia de su libro ‘Mi lucha’ con una dedicatoria del propio Hitler a Rudolf Hess, en octubre de 1925. Una amistad de la que Hitler renegaría más tarde, tras ser descubierto Hess en un intento de firmar una probable paz con Reino Unido tras su vuelo secreto a Escocia.

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