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Llega el fin del mundo y pilla enfermo a su más famoso predicador

Harold Camping, el "Nostradamus" de nuestro tiempo con más seguidores, no podrá asistir al fracaso del nuevo fin del mundo.

¿Quién demonios es Harold Camping? En estos momentos no es más que un anciano de 90 años que trata, a duras penas, de recuperarse de un derrame cerebral que sufrió el pasado 9 de junio. Familiares y amigos dicen que el proceso es lento y que Harold tiene afectada el habla tras el ataque, aunque abandonó el hospital y se encuentra en su casa.

Pero a sus 90 años, Camping, es aún un líder de masas pese a que su historia se escribe sobre sonoros, delirantes y lucrativos fracasos. Nació en 1921 en el norteamericano estado de Colorado, pero siendo muy joven se trasladó a California.

Por influencia familiar, formaba parte de la Iglesia Cristiana Reformada. Licenciado en Ingeniería Civil en Berkeley, ejerció de maestro de la Escuela Dominical en la "Alameda Bible Fellowship" hasta 1958, cuando se unió a otros individuos de la Iglesia Cristiana Reformada, biblia Bautista, y los conservadores cristianos presbiterianos con quienes recaudó fondos para comprar una estación de radio FM en San Francisco. Desde esa señal de radio difundirían el Evangelio cristiano tradicional de la comunidad protestante para el público general. Se llamó "Family Radio" y logró seis estaciones de FM adicionales y otras siete de onda media, todas bajo las pautas de la Comisión Federal de Comunicaciones.

El fin del mundo va a llegar

Pero la misión evangelizadora de Camping se vio pronto afectada de una obsesión enfermiza por la numerología. Como presidente de Family Radio y principal comunicador de la cadena, Camping se ha dedicado –sin éxito afortunadamente- a predecir una y otra vez el fin del mundo.

Aplicando rebuscadas fórmulas numerológicas –que no matemáticas- interpretaba el Evangelio en clave catastrofista. Así, pronosticó el fin de los días en varias ocasiones. La primera el 21 de mayo de 1988.

Según la teoría desarrollada por Camping, En 1988 finalizaba "la era de la Iglesia" y comenzaba el periodo de 23 años de gran tribulación (13.000 años desde la creación). Así, el 21 de mayo de 1988 Dios dejaría de utilizar las iglesias y congregaciones del mundo. De este modo, Satanás entraría en ellas para gobernar.

Como es lógico, aquel día pasó sin pena ni gloria y ni se terminó la iglesia, ni Satanás llegó a ninguna parte. Pero Camping reformuló su teoría y dijo que la Biblia enseña que ese horrible periodo de juicio sobre las iglesias duraría 23 años completos, lo que nos conduce hasta el 21 de mayo de 2011, nueva fecha para el advenimiento de Satanás y, con él, el fin del mundo. "Es el punto final más probable para los 7000 años desde e el diluvio del tiempo de Noé", dice su teoría. Pero aún tuvo tiempo de reformular y pronosticar otro fin del mundo.

Camping dijo que el 7 de septiembre de 1994 llegaría a su final el primer periodo de gran tribulación de 2.300 días (Esta vez 13.006 años desde la creación, según sus nuevos cálculos). Así, comenzaría una lluvia tardía, dando comienzo el plan de Dios para salvar a una gran multitud de personas fuera de las iglesias. De nuevo falló en su pronóstico.

Después de que el 7 de septiembre de 1994 no pasara nada, recuperó su teoría de que ese final del mundo llegaría el 21 de mayo de 2011. Según sus nuevas averiguaciones, basadas en los evangelios, el antiguo testamento –y los días de la fiesta judía en el calendario hebreo, que en él se describen-, el calendario lunar meses -1 mes sinódico = 29.53059 días- y Una aproximación del año del calendario gregoriano tropical (365.24219 días, redondeado al 365.2422), Harold dijo que el 21 de mayo de 2011 retornaría Jesús a la tierra para llevarse a los elegidos al cielo. Entonces, llegaría el principio del fin del mundo que duraría cinco meses de fuego, azufre y plagas con millones de personas muriendo cada día hasta llegar al 21 de octubre de 2011.

Pero, Camping volvió a fallar después de años y meses advirtiendo desde su estación radiofónica a miles de oyentes que se prepararan para lo peor –y de paso que le donaran todas sus pertenencias ante la llegada de lo inevitable-. Aquella mañana de domingo no llegó Jesús, ni comenzó la lluvia de fuego y azufre. Desolado, pero inasequible al desaliento, Camping llegó a una conclusión: no era el día del juicio final sino de "un juicio espiritual que conduciría al juicio final el 21 de octubre de 2011". Entonces, un gran terremoto sacudiría la tierra y la humanidad perecería merced a la cólera de Dios y el triunfo de Satanás.

Un negocio de 80 millones de dólares

Los problemas de Harold no se circunscribieron sólo a su terrible desazón por no haber acertado en sus predicciones, sino porque sus seguidores comenzaron a pedir su cabeza después de que el pasado 22 de mayo amaneciera sin que la tierra hubiera sido engullida por el Apocalipsis. Estos seguidores le habían donado todas sus pertenencias, seguros de que su líder estaba en lo cierto. Un total de 80 millones había recaudado. Todo quedó arreglado cuando ofreció otra fecha para el fin del mundo en octubre. Para entonces, el derrame sufrido no le permitía afrontar las reclamaciones de sus desolados seguidores.

El documentalista Brandon Tauszik habló con Camping que parecía menos seguro sobre sus predicciones: "Camping seguía muy decepcionado de que sus cálculos sobre el fin del mundo el 21 de mayo fueran erróneos". El evangelista de radio afirmó que él era muy cuidadoso en sus cálculos. Pero encontró pronto la respuesta: "Dios me puede retener información, da igual lo cuidadoso que sea y las veces que repase los cálculos", y se quedó tan ancho. Meses después de rectificar su predicción sufrió el citado derrame que le mantiene fuera de circulación. Aún no se sabe qué ha sucedido con los 80 millones de dólares que amablemente le donó los numerosos seguidores dispuestos a ir al cielo en mayo.

El Apocalipsis de 2012

Las teorías catastrofistas y que alimentan la idea del fin del mundo son recurrentes. En estos días, los temores a que el fuego, el azufre y el magma acaben borrando a El Hierro del mapa, alimentan la idea de que el Apocalipsis está a la vuelta de la esquina.

Millones de personas de los cinco continentes están convencidas de que nuestra civilización se extinguirá el 21 de diciembre de 2012 cuando se cumpla la profecía del calendario maya –casi el único que no tenía en cuenta Camping en sus averiguaciones-. Esa noche, el sistema solar se interpondrá entre la Tierra y el punto central de la Vía Láctea por primera vez en 26.000 años. Y, sobre todo, en ese preciso instante expirará el calendario confeccionado hace dos milenios por los astrónomos mayas, que profetizaron todo tipo de calamidades para esa malhadada fecha.

En este sentido, uno de los teóricos del Apocalipsis de 2012, Lawrence E. Joseph, señala en un libro que llegada esa fecha, el majestuoso volcán de Yellowstone protagonizaría catastróficos estallidos en ciclos.

La obsesión de este autor con 2012 como fecha de la catástrofe se debe al incremento de la actividad del Sol. "Si sólo una profecía maya predijera el fin del mundo este tema no me habría preocupado", decía. Desde luego, no faltan los astrofísicos que tachan de alarmistas estas predicciones.

El 11 del 11 del 11

De todos modos, aquellos que están deseando conocer cuál será la nueva cita para la conjunción catastrófica de los astros en contra de la humanidad están de enhorabuena. El fin del mundo será este viernes.

Ahora, los profetas de calamidades vuelven a pronosticar el momento fatídico. Dicen que el 11 del 11 de 2011 el cometa Elenin chocará contra la Tierra. Se trata del 11-11-11, o sea la combinación del mes 11 con el día 11 del año 11.

En esta ocasión se asegura que será el choque del cometa Elenin contra la Tierra el que provocará la destrucción del planeta. Pero el gran error que cometen muchos de los llamados "profetas de la catástrofe" es no ver el conjunto, sino particularizar en algo que les llame la atención y a partir de esa noción elaborar sus teorías.

Éste es el problema clásico del llamado "fundamentalismo religioso", que toma al pie de la letra las escrituras de sus respectivas religiones sin darse cuenta el momento histórico en que fueron escritas. Y como en muchos casos hay metáforas y parábolas que son simplemente eso, y no hechos históricos.

El 11 de noviembre de 2011 llegará, y será otro día más. Sin embargo, gracias a los sorteos especiales que loterías como la ONCE preparan para ese día tan señalado, lejos de significar el fin del mundo, será más bien el comienzo de una nueva vida sin problemas económicos.

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