Es curioso pero en todos los casos de asesinato, los asesinos acaban confesando dónde escondieron el cadáver o dónde están sus zulos o pisos francos...excepto en el caso Marta del Castillo. ¿Por qué?
Mi solidaridad con los familiares y amigos de Avellaneda.
porque los asesinos y sus adlateres tienen "patente de corso". La magnitud de la pringá da para tapar esas bocas y muchas mas.
Mi solidaridad con todos los padres de víctimas de la corrupción y desidia judicial.