Rajoy "ha roto su silencio", dice El Mundo. A Pedro J. no le convence y le da su dosis diaria de tortazos. "La opción del PP debió ser más recorte del gasto", dice. Ha quedado clara "la falta de previsión" de él y su equipo económico que "no habían sido capaces de preparar otras alternativas para lo que era un secreto a voces". Pero además, "tenía la obligación de haber buscado otras medidas que no fueran echar mano al bolsillo de los contribuyentes como reducir más el tamaño de las administraciones públicas e incluso meter un tijeretazo a las prestaciones sociales". Rajoy "ha dado una imagen de improvisación que choca contra el estereotipo que él mismo había forjado: su previsibilidad". No se queda ahí la cosa. A Pedro J. tampoco le gusta un pelo cómo se está llevando la reforma laboral. Y Rajoy se la gana. "Ayer vivimos un capítulo más de esta negociación de la marmota repetido en casi todas las legislaturas: reuniones y reuniones" para nada. "Es un sarcasmo que CEOE, UGT y CCOO pidan otro plazo para seguir perdiendo el tiempo. Rajoy se ha comprometido a legislar ya la reforma con o sin acuerdo. Que lo haga en profundidad y sin la más mínima demora". Contento le tiene.
Federico Jiménez Losantos habla en su columna de lo del PSOE. "La fracasada candidata del PSC quiere desbancar al fracasado candidato del PSOE para mandar en un partido que no es el suyo y gobernar una nación llamada España, a la que Chacón no considera suya". Hombre, visto así es un sinsentido, sí señor.
Carlos Dávila también está de mala leche en La Gaceta. "Ayer, casi al mes de su presidencia, Rajoy explicó lo que ya sabíamos: que la subida de impuestos es ‘dura y dolorosa’". Dicho esto, "ahora hace falta que pode toda España de sociedades y fundaciones inservibles y que confirme que no solo los particulares vamos a pagar el derroche doloso de Zapatero y su cuadrilla y además, otra cosa", uy, casi se le olvida, "que estos paguen por sus fechorías. Así, Rajoy nos seguirá pareciendo bien". Qué mal lo veo.
Genoveva flipa con De Guindos y está mosca con lo del fichaje de una "activista de la zeja y de una periodista de El País". Cree que a lo mejor es que "como dijo hace unos meses que ‘esta crisis se llevará por delante a este gobierno y al que venga’ todo obedece a un astuto plan para hacer corresponsable del desastre a la progresía. Los votantes populares siguen perplejos". Anda, pues a lo mejor. Dicen que es un tío muy listo.
El País acusa a Rajoy, apenas sin disimulo, de mentir descaradamente. "Otro gran asunto se centra en conocer si Rajoy dice la verdad cuando asegura" que supo lo del déficit el 27 de diciembre. "Rajoy y su entorno ya apuntaron que el déficit podía irse al 8%" antes de las elecciones. Y remata en el editorial: "El desglose del déficit ofrecido por Rajoy sugiere que el PP no ignoraba la magnitud del ajuste". En cristiano, que mienten como bellacos.
ABC da penilla. "La situación no aguanta ni siquiera las promesas electorales (...) Primero se sobrevive y después se cumple lo escrito en el papel", dice como si fuera un principio universal. Y se queda tan pancho. Menos manso, Ignacio Camacho le atiza a Montoro por presumir de desconcertar a la izquierda. "Los más desconcertados son, por ahora, los votantes del centro-derecha. Y por cierto, los ciudadanos no han elegido al PP para que descoloque a la izquierda, sino para que recoloque a los parados", dice con indiscutible gracejo.
Así que, como no hay que hacer pupita a Rajoy, quien se lleva la bronca del periódico de Vocento es Esperanza Aguirre. "No parece oportuno ni conveniente que los ciudadanos de un país con cinco millones de parados y un endeudamiento público y privado asfixiante tengan discriminación fiscal según el territorio en el que vivan (...) Los principios de igualdad y de solidaridad entre españoles, de los que Aguirre ha hecho siempre bandera -dice zalamero-, no son meras declaraciones bienintencionadas, sino reglas de organización de una sociedad que aspira a vivir cohesionada y a organizarse con justicia".
Y para desahogarse del todo, también reparte leña a De Guindos por el nombramiento de Carmen Vela. "Ha expresado públicamente su apoyo a criterios sobre el aborto o la ideología de género que se contraponen con los planteamientos del centro-derecha", así que "es lógico que la designación haya causado malestar en el PP (...) Ella misma debería haber sido coherente con su compromiso ideológico y haber rechazado tan equivocada propuesta". ¿Captas, De Guindos?
La Razón sigue mostrando fe ciega en Rajoy. "No subirá el IVA". ¿Tendrá que tragarse la portada? Un Marhuenda entregado titula el editorial: "Rajoy da la cara". "Es positivo que Rajoy haya roto ese muro de discreción". Gracias, señor Rajoy, gracias por molestarse. Y también le manda un mensajito envenenado a Aguirre. "El arrojo del joven consejero de Economía (...) que presumió de músculo fiscal ha creado una situación incómoda en el PP -por favor, cómo osa– que gracias a la habilidad de Aguirre no ha ido a mayores". "En materia impositiva conviene ir con pies de plomo, con el mismo mensaje. De lo contrario, se corre el riesgo de sembrar confusión y repetir viejos errores". ¿Entendido?
Público sigue implacable en su lucha contra la corrupción. "Matas admite en un desliz su implicación en los pagos irregulares a Alemany", dice en un gran titular. "Camps intenta sin éxito que no se oigan sus grabaciones", brama el justiciero a cuatro columnas. "El juez investiga la empresa de la Generalitat que presidió Pons", denuncia a cinco columnazas. Y chiquito, chiquito, en una columnita oculta para no molestar: "La Junta y el PSOE reclaman contundencia en el caso ERE". Con dos...