Para El Mundo, "muere el hombre que guió a la derecha hasta la democracia". Un "apasionado de la política, impulsivo, de fuertes convicciones, inteligentísimo, controvertido, de verbo atropellado, inquieto, irascible", le da una de cal y otra de arena Pedro J. "La derecha y España pierden a un líder enamorado de su país que, con luces y sombras, hizo siempre lo que consideró mejor para su nación. Fue, sobre todo, un patriota".
Federico Jiménez Losantos discute con Pedro J. sobre cómo denominar "la masacre del IRPF". Él opta por "la tasa Arenas", o sea "el dinero que deberemos pagar todos para que Arenas gane las elecciones andaluzas". A Federico no le han colado que "el PP se haya enterado del engaño del 6% en la víspera de los Santos Inocentes", así que pide encarecidamente que "ya que nos atracan, deberían tener la piedad de no afrentar nuestra inteligencia". También sugiere que "no estaría de más que dejaran de improvisar coartadas para el sablazo como si fuéramos discapacitados psíquicos". Y de paso, ruega al PP que deje de hablar de los ricos. "Ese discurso político, típicamente sociata, resulta grotesco en el PP".
El País lleva un montón de firmas hablando de Fraga, "60 años de pasión por el poder. Venerado y odiado, nadie le niega una capacidad política excepcional". Y tiene un gesto para el PP en este día de desconsuelo. "Tras él, desaparece el último eslabón físico que aún unía remotamente a la derecha actual con el franquismo". Físico, que quede claro, no vayan a entusiasmarse. Un "tipo volcánico", "adicto a los excesos", que Rosa Montero admite que le daba "miedo" porque en una entrevista que le hizo llegó a temer que le "estrujara el cuello". No obstante, le concede que "apaciguó a la derecha más cerril. Agradezco que se comió a los caníbales". Y cómo no mencionar la inestimable opinión de Carrillo. Fraga era "muy autoritario, muy empecinado en sus ideas, en sus actitudes", dijo la sartén al cazo.
También en La Razón hay un porrón de gente hablando de Fraga. Resaltan, como atónitos, que mira que pudo y no se lo llevó crudo. "Nos deja una última lección de especial interés para estos tiempos: la honradez. Dedicó toda su vida al servicio público y sus bienes se reducen a una modesta cuantía". Martín Prieto insiste."De él no podrá decirse que se ha llevado a casa ni una peseta que no fuera suya".
En ABC despiden al "arquitecto de la derecha democrática". Muy sentido, dice Aznar que "con Manuel Fraga muere un patriota, un servidor de España. Se nos ha muerto a todos". Bueno, no todos opinarán lo mismo. Para Ignacio Camacho, el fallecido tenía una "cabeza portentosa en la que cabían de sobra el Estado y las leyes" pero "al transitar por un talente orgánico visceral y atropellado salían convertidos en un discurso de vehemencia torrencial". A causa de su carácter –en vida, mala leche– era "fácil de caricaturizar como un exaltado (...) Su peor adversario fue siempre él mismo, el carácter enérgico y encendido que techaba la proyección de su sentido histórico". Como perla, cuenta Curri Valenzuela cómo la obligó a tomarse un gin tonic de un trago, cómo la echó de su coche, cómo casi manda al hospital a una periodista abstemia a la que emborrachó a base de queimadas, cómo persiguió a un periodista con un periódico enrollado en la mano. "Y sin embargo, Manuel Fraga no era un ogro". Es más, "nos traía puritos para señoras para fumar de postre y bombones para el café". Mira qué encanto.
Para La Gaceta ha muerto "el último ciclón de la política", un "hombre de Estado, pieza clave y referente de la derecha moderada". Aunque tampoco le duelen prendas en sacar a pasear sus inolvidables salidas de pata de banco. "Al margen de ciertos tics autoritarios (...) los clichés que rodean su temperamental personalidad han perjudicado el análisis desapasionado que su carrera demanda".
A Público se la trae al pairo la muerte de Fraga y le relega a un faldoncito en su portada. "Muere Manuel Fraga, el fundador del PP y ex ministro de Franco". Del político sólo recuerda que en 2010 "abandonó su habitual letargo" y "bramó iracundo" contra un senador del BNG dejándolo KO. A Público, el benjamín de la prensa, les dejó atemorizados el malhumorado ancianito.