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El alcalde socialista de las ocho vidas, también en huelga de hambre

Con casi tres décadas en la alcaldía, es conocido por su excentricidades, despilfarro y amistad con los principales dirgentes del PSOE en la región.

Reelegido de nuevo en las últimas elecciones municipales por octava legislatura consecutiva, ha sido uno de los más beneficiados por las subvenciones públicas y por los altos cargos socialistas en Castilla-La Mancha. Ahora, tras varias polémicas, sentencias condenatorias y una dudosa gestión del dinero público, Agustín Jiménez se suma a las protestas contra Maria Dolores de Cospedal.
 
No es, sin lugar a dudas, un regidor cualquiera. Agustín Jiménez, primer edil de la localidad toledana de Noblejas, (unos 4.500 habitantes) y en el cargo desde 1983 es posiblemente el superviviente político a decenas de escándalos más duradero de España. De hecho, en las últimas elecciones municipales repitió triunfo.
 
Este viernes, decidía unirse a la huelga de hambre que inició ayer el alcalde de Villahermosa (Ciudad Real), Isidro Villamayor, para protestar por el dinero que adeuda el Gobierno Autonómico del PP a su Ayuntamiento. Jiménez se ha desplazado incluso  a dicha localidad porque quiere estar "en cuerpo y alma" con Villamayor, para reclamar el pago de 1,2 millones de euros que adeuda la Junta de Comunidades a su Consistorio desde tiempos del socialista Barreda.

Lo más curioso es que quien se suma ahora a estas protestas, es probablemente el alcalde más beneficiado por las subvenciones durante la etapa de Gobierno socialista. Sólo en 2010, cuando el gobierno autonómico ya tenía problemas para pagar muchas de las partidas, Noblejas ingresó un millón de euros de la Junta de Comunidades.

Ha estado durante años costeando al completo eventos como comidas para todos sus ciudadanos, viajes a Roma o Londres o excursiones a musicales. Los agraciados incluso recibían 20 euros extra para sus gastos, y en caso de excedente de entradas sin adjudicar, estas eran repartidas a los viandantes en plena Gran Vía madrileña según fuentes de la corporación local de Noblejas.

Antes de las últimas elecciones municipales, creó puestos de trabajo para 50 personas que arreglaron los tejados de una antigua bodega comprada por su Ayuntamiento. Sólo un mes después de su triunfo electoral volvían a las listas de parados. A día de hoy, costea además planes de trabajo en terrenos comprados a tal efecto, en los que se plantan viñedos por parte de empleados municipales haciendo la competencia a los muchos agricultores locales. Además las últimas facturas a las que ha tenido acceso la oposición, recogen gastos de hasta 36.000 euros en botellas de vino.

El buen estado de las arcas municipales tenía un origen. Su proyecto megalómano de construir un parque "de alta tecnología" de 3 millones de metros cuadrados en un pequeño municipio de menos de 5.000 habitantes.  Para ello, compró a bajo precio las tierras de labranza de sus ciudadanos, alegando que la prosperidad para ellos sería sobresaliente.

En la operación gastó unos 600 millones de pesetas, subvencionados en buena parte por la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. La condición por parte del Gobierno regional, era que no existiese especulación.

Años después, compró los terrenos una Unión Temporal de Empresas formada por Caja Castilla-La Mancha Corporación –en la época del cesado Hernández Moltó-, Construcción y Obras Llorente, Desarrollos Industriales Gran Europa XXI y MGB Castilla-La Mancha Ingeniería y Arquitectura. El precio: más de 29 millones de euros.

Es ahí donde se generan plusvalías de unos 25 millones de euros que fueron a parar a las arcas municipales, y con los que se han costeado a lo largo de estos años todo tipo de gastos en Noblejas. Lo más curioso es que nunca llegó a construirse ni a iniciarse la obra del parque empresarial en cuestión.  Por el asunto, Agustín Jiménez fue imputado por prevaricación aunque el caso fue archivado provisionalmente.  Se encuentra a la espera de decisión judicial tras el recurso presentado por el abogado de los demandantes.

No es además el único asunto judicial al que se ha enfrentado porque en 2008 fue condenado por agredir a una concejal de su equipo, sin que la cúpula regional del PSOE tomase ningún tipo de medida.

Llama la atención que además de alcalde durante los últimos 29 años, Agustín Jiménez es a día de hoy vicepresidente de la Federación de Municipios y Provincias de Castilla-La Mancha. Ha sido, además, Diputado en las Cortes Autonómicas por el PSOE, y miembro del Consejo de Administración del Ente Público de Radio Televisión de Castilla-La Mancha.

Su estrecha relación con los altos mandos socialistas en Castilla La Mancha, le llevó además a ser asesor de Presidencia en la Junta de Comunidades, en tiempos de Barreda, recibiendo por el cargo 44.199 € anuales según su propia "declaración de actividades, bienes y rentas" de 2008.

Su amistad personal con José Bono se vio inmortalizada en su obra soñada. Construyó la inmensa  plaza mayor de su localidad a las afueras, y en contra de su promesa de dedicarla al patrón de Noblejas, el Cristo de las Injurias, la coronó como Plaza de José Bono. Todo ello pese a que los  terrenos  para los edificios se cedieron a cambio de que fuese llamada como el patrón del municipio.
 
Pero además sus peculiaridades han hecho de él constante reclamo de los medios de Comunicación. Antes de recaer en el PSOE pasó por las juventudes de la Falange y por el Partido Comunista. La oposición lo definió en la revista Interviú como "el clásico cacique que se cree que el pueblo es su cortijo", señalando que  "ha creado una red clientelar que le permite seguir ganando elecciones porque todo el mundo le debe algo".

Su excentricidad le ha llevado a ser conocido en toda la región como "el del paño rojo" por la bufanda que luce sobre su hombro vaya donde vaya. Entre sus frases más llamativas, destaca "quiero que Noblejas sea el pueblo donde mejor se viva en Europa" publicada hace un año en la Tribuna de Toledo.

Destacada también en informativos y diarios nacionales, su prueba de un nuevo sistema de enterramientos que le hizo descender hasta una de las fosas del cementario local. Su última hazaña, la huelga de hambre por no recibir dinero de la Junta de Comunidades. Paradójico, cuando en la provincia era el más envidiado por recibir todo tipo de subvenciones cuando en Castilla-La Mancha gobernaban sus compañeros de partido.

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