El alcalde socialista de Villahermosa (Ciudad Real), Isidro Villamayor, ha abandonado este miércoles la huelga de hambre que inició hace seis días para exigirle a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que le pague la deuda contraída de la Junta con el pueblo, cuando era presidente de esta José María Barreda.
El alcalde, que hizo la huelga de hambre en su casa, dice que abandona porque no tiene "más remedio", ya que el médico le ha dicho que su "abatimiento" y sus niveles cardíacos han bajado durante estos seis días.
Según cuenta, también incidió en el cambio de postura del alcalde el secretario provincial del PSOE, Nemesio de Lara, que le dijo a Villamayor que si no dejaba la huelga de hambre, "él mismo venía a Villahermosa y me sacaba de la misma".
Previo a la huelga de hambre, Isidro Villamayor ya había sufrido varias anginas de pecho así una depresión que, hace nueve años, le apartó durante varios meses de su puesto de trabajo –antes de ser alcalde, este fue guarda-.
Según el médico, Villamayor ha perdido cuatro kilos desde que inició la huelga. El alcalde pesaba 115 kilos e insistió en que, "en cuatro días", se notaría su adelgazamiento. Algunos vecinos de Villahermosa apuntaban a que, en realidad, el alcalde estaba "acudiendo a un dietista", y no entendían por qué no hacía la huelga "en mitad de la plaza, sino en su casa".
Una deuda de 871.000 euros
Villamayor reclamaba a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 1,2 millones de euros. Sin embargo, el órgano que preside Cospedal desmintió que la deuda real de la Junta contraída con el municipio ascendía a 871.786 euros, de los cuales 608.350 eran herencia del Gobierno del anterior presidente, el socialista José María Barreda.
Además, según contó a LD el portavoz de los populares de Villahermosa, Francisco Javier Piñero, Villamayor se subió el sueldo y el de los concejales casi un 40%, y su equipo de Gobierno se gastó 1.800 euros sólo en las bebidas de unas fiestas patronales.
Por último, el portavoz popular también detalló el enchufismo del que ha hecho gala el alcalde con sus familiares: su esposa trabaja en la Ayuda a Domicilio municipal; su hijo es monitor en las escuelas deportivas locales, y su hija, puntualmente, también desarrolla trabajos de limpieza municipal.