ABC está seriamente preocupado. "400 profesionales de la algarada agitan Madrid contra el Gobierno" y "los expertos policiales auguran una primavera caliente con nuevos altercados contra el PP", dicen atemorizados. "El PSOE no va a rehuir la calle", anuncia como si se cayera de un guindo. Menuda novedad. Hermann Tertsch tiene un importante cabreo con RTVE, que "actúa abiertamente como la cadena amiga de las manifestaciones ilegales" y "ayuda a difundir y animar las convocatorias" haciendo de "altavoz permanente de los insultos al Gobierno" convirtiendo "el sarao izquerdista de Valencia en la noticia más destacada en todos sus informativos". Eso sí, reconoce Hermann que "ha tenido un considerable éxito" en su "esfuerzo ímprobo de competir con la Cadena Ser en la perfecta payasada de querer presentar el Luis Vives como la plaza Tahrir". Dice Hermann que está curado de espanto con las cosas que pasan en este país pero "tiene guasa que la televisión pública sea el foco más activo y estridente de agitación, propaganda y manipulación contra el Gobierno". Es verdad, es para mondarse.
Mientras, Carlos Herrera intenta hacer comprender a ERC, que ayer se pilló un rebote que no veas, por qué le han dejado fuera de la comisión de secretos oficiales. "Ahí no puede estar cualquier friqui numerero", hijos, que es un sitio muy serio. Si no cumples los requisitos, y uno de ellos es no chivarse a ETA o sus aledaños, se puede "patalear, enrabietarse, ofenderse hasta el desmayo, pero no entra" y "no es de recibo que un sujeto lenguaraz y tabernario como Alfred Bosch, colega táctico de Amaiur, se siente en dicha comisión". Pero por otra parte, considera Carlos que "parece un contrasentido ofrecerle munición a un sujeto que, como el neurótico Joan Tardá, basa su único y cansino discurso en la destrucción del Estado que le alberga". Tienen que entender que "sus bravatas y sandeces tienen un precio" y que si "a sujetos y formaciones del tipo de ERC se les ha beneficiado" ha sido por "el temor que causaba ser señalado poco menos que de fascista por oponerse abiertamente a sus desafíos de macarras ideológicos". Pero de ahí a que les cuenten secretitos de Estado hay un trecho. Qué bien te explicas, Carlos, así da gusto.
"Hay que provocar a la policía y parecer ciudadanos corrientes", titula La Razón en su portada. Y es que también están muertos de miedo con las movidas callejeras. "Los radicales están detrás; el PSOE delante". Pero hijos, de qué os sorprendéis. Como dice Agustín de Grado "que la gestión del PP sería acompañada por la agitación estaba cantado".
En El Mundo, Pedro J. está como un niño con zapatos nuevos con la elección de Marlaska para sustituir a Gómez Bermúdez al frente de la sala penal de la Audiencia Nacional. "La noticia es positiva porque se va alguien que se ha caracterizado por bloquear las investigaciones incómodas para el poder político y llega alguien que ha mantenido una actitud inversa". Hala, hala, a disfrutarlo.
Federico Jiménez Losantos calienta motores con Urdangarín, que por fin declara mañana. "Desde antes de Navidad, la política de Zarzuela ha ido dando volantazos y derrapando en la cuestión esencial: las responsabilidades que debe asumir la Familia Real, empezando por el Rey, en el caso Urdangarín (...) Se ha pasado de medio anunciar la expulsión de la Familia Real de los duques de Palma al furtivo hospedaje de la pareja en la Zarzuela, o sea, a la bunquerización".
A El País le da la risa floja. "Rajoy apela a la sensatez de los españoles ante los nuevos recortes", dicen los cachondos. "El presidente teme a los presupuestos" y "el PP teme a la calle", continúan como con recochineo. "Uno de los mayores riesgos políticos es un incendio social", les advierte por si no estaban ya lo suficientemente acojonados. Así que venga, a animar el cotarro. "Los estudiantes de Valencia llaman a sumarse a su huelga".
En La Gaceta, Javier Quero explica lo que le pasó ayer a un periodista de su grupo. "Un operador de cámara de Intereconomía golpeó con su espalda la bota de un pacífico encapuchado que se cubría del frió con un pasamontañas". Si es que vais como locos, hombre, hay que tener más cuidado. "El calzado del manifestante, afortunadamente no sufrió daños". Uf, menos mal, una bota que nos ahorramos, con lo achuchaos que andamos.
Y en Público, Juan Carlos Escudier se dedica a alabar las medidas del Gobierno del PP, abiertamente, sin disimulo. Como les cuento. La dación en pago "puede parecer una medida revolucionaria a quienes recuerden a Zapatero afirmando que imponer la devolución de los pisos para saldar los créditos haría peligrar la solvencia del sistema financiero (...) con todas sus limitaciones tiene puntos interesantes". Pero no se queda ahí, no, vean, vean. "Algunas de sus medidas (las de Rajoy, sí) debieran hacer enrojecer al PSOE. La subida de impuestos de Rajoy hace pagar más a los que más tienen para escarnio del ejecutivo anterior, que ni siquiera se atrevió a limitar el sueldo de los directivos de cajas auxiliadas como han hecho los conservadores". ¿Hay algún médico en la sala?