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¿Es Hollande otro Zapatero? He ahí la cuestión

Día francés en la prensa española: portadas, editoriales y análisis para glosar y estudiar la victoria del socialista en las presidenciales galas.

Un único hombre en las fotos de prácticamente todas las portadas: Hollande, que aquí levanta un brazo, allí dos y más allá se agarra a su atractiva compañera (hay que ver estos políticos galos qué listos que andan con la cosa femenina, y eso sin contar con DSK), pero en ningún lugar alza el puño, signo evidente de que, al menos allende los Pirineos, son otros tiempos.

En El Mundo la imagen es la de un hombre tranquilo que levanta una mano como quien pide un taxi, el titular quiere abrir una vía de desasosiego en la fotografía de ese hombre tranquilo: "La victoria de Hollande abre la incertidumbre en Europa".

En el editorial se habla de "la complicada cohabitación Hollande–Merkel", que no deja de ser algo con cierto ingenio (la cohabitación es un término que se utiliza para definir lo que ocurre en Francia cuando el presidente y el primer ministro son de distinto partido político).

Creen los de Pedro J. que los electores franceses han "castigado el personalismo y la gestión de Nicolás Sarkozy". Además, y esto nos recuerda a algo, que "más que ganar Hollande ha perdido Sarkozy" y entre las razones de esa derrota esgrime su "personalismo, su afición al lujo y las malas compañías". ¡Ni que se hubiera ido de cacería!

En el interior, un análisis de Rubén Amón empieza dándonos un disgusto: "Las elecciones francesas las ha ganado Rodríguez Zapatero a título póstumo". También habla del personalismo e incluso del "mesianismo" del derrotado. Y uno echa un poco en falta que alguien diga algo de la crisis, la verdad.

A El País les sale el placer por las costuras, y aunque quizá sea un poco pronto, titula a toda página que "Hollande impulsa otra Europa". Hombre, antes de dar todo un continente por impulsado dejen que entre en el Eliseo a ver cómo de nuevo y de rojo nos sale el francés.

Uno de los análisis corre a cargo de Lluís Bassets, que nos suelta para empezar que "de poco sirve la agitación permanente". Oiga, ni que Sarko hubiese mandado a las masas a ocupar La Bastilla, y yo que pensaba que era la izquierda la que estaba más o menos en la calle en más o menos toda Europa. Lluís, como te lean Méndez y Toxo te la cargas.

Lo mejor, no obstante, la imagen de Rubalcaba en la página 6 así como celebrando el "triunfo" en Ferraz junto a unos jóvenes (intolerable ausencia de "jóvenas"), uno de ellos con una bandera francesa. Explicado por escrito la cosa no queda muy clara, pero si se asoman a las páginas del periódico de Prisa se darán ustedes cuenta del sorprendente aire cutre del momento.

ABC, siempre tan familiar, nos saca en portada a Hollande con su señora, muy elegante pero con una sonrisa un tanto forzada. También van los de Vocento por la cosa de los nervios: "Victoria de Hollande, incertidumbre en Europa".

Muy interesante es la espléndida tercera del conocido liberal francés (sí, al menos hay uno) Guy Sorman, que analiza no sólo la victoria del socialista -"sigue siendo imposible predecir cómo gobernará y cómo hará frente a la crisis de deuda soberana"- sino también un análisis del resto de resultados de las dos vueltas electorales.

Así, recuerda que las exitosas extrema derecha y extrema izquierda "comparten un programa antieuropeo, antieuro, antimercado y anticompetencia: todos defienden un Estado más fuerte". Cree también Sorman que "la victoria de Hollande parece ser menos una elección que un rechazo de Sarkozy" y, sobre todo, que "ningún presidente puede convencer a Wall Street de que compre bonos del Tesoro francés a un tipo soportable" y que "ningún jefe de Estado en ningún sitio (...) ha ideado una forma de escapar de la necesidad de equilibrar el presupuesto".

Otro apunte muy interesante el que se recoge en el editorial: "El verdadero fracaso de Nicolás Sarkozy parte de su incapacidad para liberar a la sociedad francesa de su dependencia del estatalismo". Amén.

En La Razón se nos ponen creativos con el titular: "El futuro de Europa, en manos de Merkollande", por cierto, con el "llande" en rojo para despejar dudas. Imagen doble que da entrada a un Sarkozy tristón que se despide desde dentro del coche con cara... de haber perdido unas elecciones.

En el interior, cumbre la viñeta de Montoro con Rubalcaba preguntándose "quién será ese tal Zapatero del que hablaban tanto en Francia". Sobre la mesita una foto de pareja con el propio Rubalcaba... y un tachado expresidente del Gobierno.

El editorial nos da algunas claves sorprendentes, como que el resultado francés "reequilibra ideológicamente el eje franco-alemán y pone sobre la mesa otras recetas para afrontar la crisis", como si la crisis fuese una paella, que ya se sabe que cada uno tiene su receta y, por supuesto, ninguna es mejor que la de mi madre.

En La Gaceta, por último, prefieren dedicarle su portada al derrotado: foto del perdedor y de titular "la crisis derrota de Sarkozy". El nombre del ganador hay que buscarlo en los subtítulos y sobre la foto una sorprendente frase: "Europa se conmueve". ¿Conmovidos? Hombre, atemorizados, inquietos o felices en el caso de los socialistas pero... ¿conmovidos? No cree un servidor que le tengamos tanta lástima a un Sarko al que, al fin y al cabo, todavía le queda la Bruni.

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