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Cáritas, la despensa de Lorca

Justo cuando se cumple un año de la catástrofe de Lorca, Cáritas lleva a cabo originales iniciativas para atender a los damnificados.

Justo cuando se cumple un año de la catástrofe de Lorca, Cáritas lleva a cabo originales iniciativas para atender a los damnificados.

Cáritas se ha convertido con la crisis en el principal referente de lucha contra la crisis y en una especie de ángel de la guarda para decenas de miles de personas. Su labor está siendo clave y está sustituyendo en muchas ocasiones al Gobierno. Dónde hay necesidades allí está esta organización de la Iglesia y su legión de voluntarios.

Lorca cumple el primer aniversario del terrible terremoto que destrozó la ciudad murciana y que dejó sin casas ni recursos a una parte importante de la población y ahí está también Cáritas en primera línea de batalla. La Región de Murcia ya está de por sí muy castigada por la crisis y por el paro y el seísmo supuso la puntilla.

Sin embargo, se ha demostrado en varias ocasiones que es en los momentos críticos cuando se puede sacar lo mejor que hay y en este tiempo Cáritas ha duplicado la recaudación de donativos en la región y ha podido multiplicar su atención en la zona.

Mientras los vecinos de Lorca se quejan de los incumplimientos y de que su situación de desamparo continúe, la organización eclesial ha multiplicado hasta por tres su atención a la ciudad murciana. Han pasado de atender a 800 familias a un total de 2.000, lo que se traduce en torno a unas 8.000 personas, casi un 10% del total de la población.

Una de las actividades que está realizando Cáritas en Lorca y que resulta más llamativa es el conocido como economato. Por un lado están las familias que no tienen medios ya sea a consecuencia de la catástrofe, del paro o de ambas. Éstos reciben los alimentos de manera gratuita. Pero además, existe otra posibilidad para los damnificados pero que tienen algún pequeño medio: el supermercado solidario.

Tal y como explica en una entrevista con EP, el secretario general de esta entidad en Murcia, Antonio Sánchez, con parte del dinero recaudado Cáritas ha comprado un piso bajo y montó este economato donde los afectados del terremoto pueden comprar un litro de leche por diez céntimos, un kilo de arroz por la misma cantidad. También hay pañales o alimentos frescos.

Más de medio millar de personas utilizan este sistema donde pagan entre un 25 y 30% de los alimentos a precio de fábrica. Es decir, la ONG de la Iglesia compra estos productos directamente en fábricas y las personas que pueden, aportan este pequeño porcentaje.

Cáritas, ante la crisis

La crisis económica ha generado nuevos pobres, los llamados "pobres de pelo limpio", gente que nunca ha pasado necesidades, que tiene su casa, que se asea pero que no tienen ni para comer. Y Cáritas está completamente desbordada, a pesar de los miles de voluntarios y las crecientes donaciones privadas.

Por ejemplo, en Guadalajara, en un comedor social han tenido que reducir el menú a un solo plato para poder seguir desarrollando su labor, tal y como recoge EFE. Eso sí, pretenden que esto sea sólo algo transitorio y que al menos este plato único sea contundente.

Y es que los comedores sociales tienen cada vez más usuarios y la entrega de alimentos cada vez más demandantes Hasta familias enteras. Un párroco madrileño explicaba hace unos meses a Libertad Digital cómo llenaban el carro de la compra a decenas de familias y cómo en las parroquias de algunos barrios más pobres la situación se ha tornado límite ante la cantidad de gente que les llega.

Cáritas se ha convertido incluso en una especie de Servicio Público de Empleo y ayuda en la formación y en la búsqueda de trabajo. A tenor de los datos, parece más fiable que el Estado. En la parroquia Beata María Ana de Mogas de Madrid el Servicio de Orientación e Información para el Empleo ha atendido a 400 personas y ha colocado ya a 150.

Toma de conciencia

Desde la jerarquía de la Iglesia se ha tomado conciencia de la situación y han sido ya varios los obispos que, además de hacer donaciones a Cáritas, han pedido a su clero, empezando por él mismo, que donen parte de su sueldo o incluso la paga extra de manera íntegra.

En los últimos días han sido dos obispos más los que se han sumado a esta iniciativa, el de Zamora y el de Orihuela-Alicante. El prelado castellano, Gregorio Martínez Sacristán pidió este gesto para "expresar la cercanía a los más pobres".

Mientras tanto, el levantino Rafael Palmero se ha dirigido en carta a sus sacerdotes: "pido de nuevo, en consecuencia, que quienes puedan hacerlo ofrezcan a Cáritas otra nómina extraordinaria, la del próximo mes de junio". Recordó que esta misma acción tuvo muy buenos resultados hace tres años y "hoy las circunstancias no han cambiado notablemente".

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