"Vamos a ver qué pasa. Las noticias que tenemos es que todo ha ido muy bien y que ha empezado fuerte la recuperación". Son palabras de Vicente del Bosque, justo después de que Carlos Puyol, capitán del Barcelona, fuera operado de la rodilla. El seleccionador español dejaba claro de ese modo que iba a esperar hasta el último momento para ver si el central azulgrana podría acudir a la Eurocopa que está a punto de arrancar en Polonia y Ucrania.
Sin embargo, este mismo jueves Ricard Pruna, doctor del Barcelona, descartaba la posibilidad de que Puyol pudiera ser finalmente incluido en la lista, respondiendo así a Del Bosque. Está claro que cada uno mira por sus intereses, y quien terminará decidiendo es la propia rodilla del futbolista.
Algo similar ocurre con David Villa. El asturiano lleva desde diciembre –cinco meses, nada más y nada menos- sin pisar un terreno de juego. La cautela presidió al seleccionador cuando se conoció su lesión. Parecía que el delantero del Barcelona llegaría para el tramo final de la temporada y, entonces, se decidiría si estaba en condiciones de ir a la Eurocopa o no. Y con todo lo que ha dado a la selección, todo hacía indicar que sería incluido en la lista.
Sin embargo, las circunstancias no han sido las esperadas y, aunque Villa está en el tramo final de su recuperación, aún no ha sido capaz de disputar ni un minuto con un Barcelona que ya no se jugaba nada en este tramo final de la temporada. Parece que el guaje llegará al ocho de junio sin molestias, pero con un nulo ritmo de partidos desde hace media temporada.
Y ahí surge la duda. ¿De verdad necesita España forzar tanto por un futbolista? En buenas condiciones, no hay ninguna duda de que David Villa es el mejor delantero español. Pero ahora mismo Del Bosque tiene buenos hombres en su puesto –Llorente, Soldado, Adrián o Negredo son sólo algunos ejemplos- y que están en mucho mejor estado físico que el asturiano.
Otra cosa es que Villa llevara unos partidos jugados y, poco a poco, fuera cogiendo la forma. Incluso, que pudiera estar disponible para los amistosos que España disputará antes de la Eurocopa. Pero ni una cosa ni la otra. Si el asturiano acudiera a la cita, comenzaría a ponerse a tono prácticamente para el primer partido. Sin duda, demasiado tarde.
Tres cuartos de lo mismo sucedería con Carlos Puyol. ¿De verdad vale la pena arriesgar con un futbolista que llegaría tocado a la cita? El de la Puebla de Segur es sin duda de los mejores defensores españoles de toda la historia, pero su presencia estando mermado físicamente despierta muchas dudas. Más en una posición, la de central, siempre tan complicada y arriesgada. Sergio Ramos, Piqué y Javi Martínez parecen mimbres suficientes para ocupar su hueco.
España tiene jugadores para paliar dos bajas que, no obstante, son muy sensibles. Es difícil suplir a un delantero de la calidad de David Villa y a un defensa de la talla de Puyol. Eso es así. Quizá Del Bosque debería comenzar a pensar en ello cuanto antes, a preparar las ausencias en lugar de esperar hasta el último momento. Porque la selección española tiene el potencial suficiente para, con otros nombres o incluso con otras variables, no echar de menos a nadie. Es la suerte de ser el mejor equipo del mundo. Y eso sólo se logra con resultados y, por supuesto, con jugadores.