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Caso de los niños robados

Incineraciones ilegales de bebés fallecidos en un hospital público de Huelva

Más de cuarenta profesionales sanitarios y religiosos implicados.

Un ginecólogo imputado por uno de los casos de bebés robados en Huelva ha reconocido ante el juez que existía una pequeña incineradora en el Hospital público Manuel Lois en la que se quemaban ilegalmente fetos, vísceras y miembros amputados. En las diligencias abiertas en los órganos de Instrucción de Huelva -más de una veintena de asuntos - se contabilizan a día de hoy más de cuarenta profesionales sanitarios y religiosos relacionados con las causas de presuntas desapariciones de 100 recién nacidos. 10 de los 40 ya están imputados. La mayoría de los bebés desaparecidos podrían haber sido "robados" a sus familias tras convertirlos oficialmente en muertos. 

José Luis Orta, el letrado, que representa a la asociación SOS Bebés Robados en Huelva, ha puesto de manifiesto las sospechas de la asociación y de las propias víctimas sobre presuntas actividades ilegales en el Manuel Lois, como la existencia de una incineradora para deshacerse de bebés fallecidos, vísceras o amputaciones, algo ilegal, ya que la incineración en Huelva no pudo llevarse a cabo hasta 1995.

Estas sospechas se han confirmado durante la declaración en sede judicial de un médico, que tuvo lugar la semana pasada, en la que hasta en tres ocasiones, atendiendo a su versión, reconoció la existencia de dicha incineradora y la quema de fetos y otros restos humanos en ella.

Setenta denuncias y 3.000 folios de investigación. 

La investigación fue iniciada en solitario por la presidenta de SOS Bebés Robados Huelva, Esperanza Ornedo, que es además víctima de la trama por cuanto sufrió en su propia familia una desaparición. Como contó El País, una niña supuestamente robada era su hermana. Su madre alumbró a su primogénita el 23 de marzo de 1968. "Mi madre dio a luz, sola, en una camilla. Vino una enfermera y la metió en un cuarto vacío. Esa mujer se llevó a la niña y volvió al cabo de un rato sin ella", dijo Esperanza. "Mi madre siempre ha dicho que era una criatura sana, grande y hermosa", agregó.

Horas más tarde llegó "un hombre que jamás se identificó" y le contó al matrimonio Ornedo que la niña había muerto. Sin más explicaciones. Ni siquiera permitieron al padre que se hiciera cargo del cadáver. Únicamente le enseñaron un "paquete de vendas" y le impidieron que lo tocara, argumentando que "a la niña se le iba a estropear la carita".

Diez de los cuarenta implicados han sido llamados a declarar en calidad de imputados. Desde el pasado diciembre, cinco ya han testificado ante el juez como incriminados. Se trata, por el momento, de ginecólogos, matronas y pediatras, si bien entre los vinculados a los casos también se encuentran religiosas y enfermeras. 

Siete de cada diez denuncias apuntan directamente al Hospital Manuel Lois como enclave de referencia en la trama de robos de neonatos. El resto corresponde al Hospital de La Merced y, en menor medida, al Infanta Elena y a tres clínicas privadas: una situada en la calle Rascón, la clínica La Merced (ubicada en dicha plaza) y la clínica El Carmen (en el Conquero). 

Todos estos centros sanitarios, a excepción del Hospital Infanta Elena, ya han desaparecido, pero "sí viven algunos de sus extintos administradores, que son responsables de lo que pudiera haber ocurrido y algunos de ellos están incluso relacionados e imputados en algunos de los asuntos que se tratan en los tribunales de Huelva". 

Falsas muertes de 100 niños

Esperanza Ornedo investigó y descubrió que en el cementerio de Huelva no aparecía registrado el enterramiento de su hermana. Sin embargo, el juzgado de instrucción número 2 decidió archivar el caso en diciembre de 2011 al considerarlo prescrito. Lo hizo sin tomar declaración al matrimonio Ornedo ni a los tres médicos que estamparon su rúbrica en los diferentes documentos que ya obran en las actuaciones judiciales. 

Ahora la Audiencia considera que hay suficientes indicios como para pensar en la posibilidad de que la recién nacida fuera entregada a otras personas diferentes de sus padres biológicos. Y, si eso fue así, que los autores del hecho habrían tratado de "encubrirlo mediante el libramiento de distintos documentos y certificaciones falsos". 

La asociación SOS Bebés Robados tiene conocimiento hasta ahora de 100 casos de presuntos niños robados, muchos de ellos ocurridos en el Hospital Manuel Lois. Pero por el momento sólo 60 familias han cursado las correspondientes denuncias ante la fiscalía.

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