En rueda de prensa, los portavoces Ricard Reguant, Antonio Alcalde, Jaume Nadal, Caterina Munar y Eva Losada, de la asociación Debatart, han criticado que sólo trabaja en teatros públicos un dos por ciento de la profesión, y han lamentado especialmente el caso de símbolos como el Teatro Nacional de Cataluña (TNC) y el Teatro Lliure.
Según el manifiesto, los teatros públicos y las compañías "constantemente subvencionadas" ejercen una "competencia desleal" que dificulta la actividad artística desde el sector privado. El manifiesto tiene 600 seguidores en Facebook.
Además, hablan de unos pocos "escogidos" que son avalados de forma "abusiva" y "sin control" por los responsables de los teatros públicos. A modo de ejemplo han asegurado que hay sólo diez directores –ocho hombres y dos mujeres– que han dirigido la mitad de los montajes que se han estrenado en el TNC en la última década.
También se critica el "dirigismo cultural" y la "muralla administrativa" de la burocracia, así como los "sobredimensionados" presupuestos de los teatros públicos. Así, han destacado que, sumando la recaudación en taquilla y las subvenciones, un espectador del Lliure vale 137 euros, mientras que uno del TNC 240 euros. "Nos parece desproporcionado", ha remarcado Reguant.
El último punto del manifiesto lamenta la "no existencia de una política cultural", y reclama una ley de artes escénicas de Cataluña que ponga "orden" y dé "cuerpo legal" a las situaciones que critican.
Los portavoces que han presentado el manifiesto ante los medios de comunicación han confesado haber recibido "amenazas veladas, coacciones y burlas".