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Anson deja sus funciones en La Razón para ceder "la antorcha" a los jóvenes

El presidente fundador de La Razón anuncia este sábado en su habitual artículo "Canela fina" que abandona su trabajo "en el día a día" del diario. Desvela que hace cuatro años intentó tomar la misma decisión pero "mis gentes consideraban imprescindible mi gestión en el periódico, todavía entonces sin consolidar". A partir de ahora, seguirá colaborando "con asiduidad" aunque se instalará en el despacho de El Cultural, suplemento que puso en marcha cuando era director de ABC y que ahora es propiedad de El Mundo.

El presidente fundador de La Razón anuncia este sábado en su habitual artículo "Canela fina" que abandona su trabajo "en el día a día" del diario. Desvela que hace cuatro años intentó tomar la misma decisión pero "mis gentes consideraban imprescindible mi gestión en el periódico, todavía entonces sin consolidar". A partir de ahora, seguirá colaborando "con asiduidad" aunque se instalará en el despacho de El Cultural, suplemento que puso en marcha cuando era director de ABC y que ahora es propiedad de El Mundo.
L D (Agencias) El presidente fundador de La Razón y miembro de la Real Academia Española, el periodista Luis María Anson, explica en su "Canela fina" que ha decidido dejar su trabajo en "el día a día" del diario, siete años después de su fundación. Considera que su tarea "está cumplida y bien cumplida". A partir de ahora seguirá colaborando "con asiduidad" con el diario aunque pasa el testigo "a los jóvenes que lucharán por llevar adelante esta empresa y este sueño". "Ahí tenéis la antorcha, compañeros", agrega. Explica que "desde hace mucho tiempo" ha defendido la idea "de que no se debe permanecer más de ocho años en los cargos de dirección".
 
En su artículo, Anson recurre a una frase de Octavio Paz para señalar que "la hora" que le corresponde "está cumplida y bien cumplida". "He fundado este diario. Lo he conducido hasta aquí, esquivando no sólo las dificultades propias de cualquier publicación nueva, sino las maniobras comerciales histéricas y los viscerales acosos políticos", destaca.
 
Reconoce que nada le ha hecho disfrutar tanto en el ejercicio de la profesión como la fundación de La Razón. Habla del "éxtasis periodístico" que supuso el periodo de tres meses entre que se anunció la salida del periódico hasta su aparición. El camino recorrido por el diario, cuenta, ha estado "erizado de dificultades", tanto "las propias de la puesta en marcha de una publicación", como "las ajenas del histerismo comercial y la visceralidad política". Sobre este extremo explica que "durante muchos meses algún ministro del Gobierno de Aznar, caído después en desgracia", les persiguió "como a ratas".
 
Concluye matizando que no se trata de una retirada: "Naturalmente, seguiré en el ejercicio de la profesión periodística, a la que he dedicado toda mi vida, y dentro de unas semanas estaré instalado en mi despacho de El Cultural , que es, entre las empresas periodísticas en las que he trabajado o que he puesto en marcha, de la que me siento más orgulloso". También trabajará en los tres libros que tiene comprometidos con su editorial.

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