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Archivan una denuncia de maltrato que le costó once meses de cárcel a un hombre

La Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente la causa contra un hombre que pasó once meses encarcelado por ocho denuncias falsas de maltrato que no pudo cometer y que se referían a lesiones que la denunciante se causó a sí misma.

La Sección Cuarta de la Audiencia, en una sentencia contra la que no cabe recurso, confirma el auto de archivo dictado en mayo pasado por el juzgado de Violencia sobre la Mujer y levanta definitivamente la orden de protección de la supuesta víctima y las medidas cautelares de alejamiento del denunciado.

El denunciado J.A.S.B., de 39 años, pasó once meses en prisión preventiva por unas supuestas lesiones a su ex pareja, R.V.D., que según relata ahora la Audiencia consistieron en cortes superficiales que, por su localización y forma, parecen fruto de "un origen voluntario, no exento de cierto cuidado, y no de un violento y descontrolado acometimiento" por otra persona.

Los jueces llaman la atención sobre el hecho de que ninguna de las agresiones sufridas tuvo testigos, pese a los lugares públicos donde se produjeron, y recogen que el médico que atendió a la denunciante en el hospital en una de sus denuncias no se creyó que hubiese perdido el conocimiento durante dos horas y media por un traumatismo craneoencefálico que ni siquiera apreció en la exploración médica.

Los supuestos navajazos recibidos, según la sentencia, resultaron ser en su mayor parte "heridas incisas muy superficiales", situadas en la parte anterior del cuerpo y que no respondían a las heridas defensivas propias de quienes tratan de evitar una agresión con arma blanca.

Entre diciembre de 2005 y abril de 2008 la mujer presentó ocho denuncias por agresiones y acudió a numerosos programas de televisión para afirmar, entre lágrimas, que es madre de dos hijos pequeños y que no sabía "cómo pedir protección para no ser la próxima en la lista" de mujeres asesinadas por su pareja.

Dice la Audiencia que, frente a la débil acusación, el denunciado presentó coartadas "sólidas", pues aportó varios testigos que le acompañaban en horarios incompatibles con las agresiones.

De hecho, J.A.S.B. llegó a hacerse acompañar siempre por testigos y pedir facturas de los establecimientos que frecuentaba "como eventual defensa ante las múltiples denuncias que le formulaba R.V.B.", recuerda la Audiencia.

Según los jueces, la mujer incurrió en "serias contradicciones" en su última denuncia el 17 de abril de 2008, pues aseguró haber sido objeto de una violenta agresión en su domicilio, pero la propia investigación policial puso de relieve que su ropa no tenía "cortes ni desperfectos" y que la mujer "seguía portando perfectamente colocadas las diez uñas postizas que tenía".

El archivo se basa en informes forenses según los cuales "no se puede descartar la característica autolesiva de las lesiones descritas", por lo que la Audiencia entiende que el material acusatorio es "endeble" y no permite "concretar ninguna acusación fundada".

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