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"Un individuo sin otro credo que la libertad personal"

El director Luis García Berlanga ha fallecido esta madrugada en su casa de Madrid a los 89 años. Afectado de Alzheimer, durante su extensa carrera ejerció de director de la Filmoteca y dirigió títulos como Placido, Bienvenido Mister Marshall y El Verdugo.

El cineasta y académico Luis García Berlanga fue Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1986 y presidente honorífico de la Academia Española de Cine, además de uno de los mitos del cine español con el trío de obras maestras ¡Bienvenido, Mr. Marshall! (1952), Plácido (1961) y El verdugo (1963).

El director, según sus palabras "un individuo sin otro credo que la libertad personal", es oriundo de Valencia, donde nació el 12 de junio de 1921 en el seno de una familia burguesa. Fue nieto de un gobernador de su ciudad e hijo de un diputado de la Unión Republicana (Frente Popular).

Formado en los Jesuitas de su tierra y en un internado de Suiza, estudió después Derecho y Filosofía y Letras, carreras que dejó para intervenir en los últimos meses de guerra civil española al lado republicano. Luego se enroló en la División Azul y, a su regreso de Rusia, se dedicó a la pintura y creó un cine club en su ciudad natal.

En 1947 ingresó en la primera promoción del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas, futura Escuela Oficial de Cinematografía, y se diplomó como director en 1950.

De sus primeros cortos cabe señalar Paseo por una guerra antigua y Tres cantos, ambos de 1948; El circo (1949) y Se vende un tranvía (1950).

Escribió guiones, solo o en colaboración, y debutó con Esa pareja feliz (1951), largometraje codirigido con Juan Antonio Bardem. Ya en solitario, estrenó su popular ¡Bienvenido, Mr. Marshall! (1952), premiado en Cannes y con guión de Bardem, Berlanga y el dramaturgo Miguel Mihura, avales de lujo que nutrieron su cine con sátiras, farsas y humor negro, todo ello aderezado con una crítica esperpéntica sobre la realidad española de entonces.

En los años 50 rodó igualmente Novio a la vista (1953); Calabuch (1956) -Premio de la OCIC en Venecia-; y Los jueves, milagro (1957). Y abrió la década siguiente con dos de sus mejores aportaciones al cine español: Plácido (1961) y El verdugo (1963).
La primera fue muy aplaudida por la crítica internacional y aspiró al Oscar de Hollywood como mejor película extranjera. Su Verdugo, con guión propio y de Rafael Azcona, también tuvo excelente acogida y ganó en Venecia el Premio Humor Negro.

De su producción de los 70 cabe citar Tamaño natural (1973) y una original denuncia de la corrupción del poder, La escopeta nacional (1977).


En los años 80, de nuevo Berlanga representó a España en los Oscar, esta vez con Patrimonio nacional (1981), y realizó también La vaquilla (1985) y Moros y cristianos (1987).

Más adelante, su cinta Todos a la cárcel (1993) fue reconocida con tres Goyas (película, director y sonido) y, Berlanga, como el mejor director para el Círculo de Escritores Cinematográficos. Cerró esta década París-Tombuctú (1999), que cosechó el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) y también fue galardonada en el Festival Internacional de Mar de Plata.

En su plantel de lujo figuraron actores como Cassen, Pepe Isbert, Fernando Fernán Gómez, Luis Escobar, José María Rodero, Elvira Quintillá, Emma Penella, Laly Soldevilla, Luis Ciges o José Luis López Vázquez, entre otros.

En 1995 debutó en la dirección escénica con la obra de Eduardo Escalante Tres forasters de Madrid, representada por la compañía Teatres de la Generalitat Valenciana en el madrileño Teatro Rialto.

Durante su vida profesional, que ha tildado de "libertaria e individualista", Berlanga hizo una brillante labor en pro de todo el cine español -recuperado durante su Presidencia de la Filmoteca Nacional (1979-1982)-, que remató en 1989 inaugurando la nueva sede de la Filmoteca en el restaurado Cine Doré.

Tras formarse el primer Gobierno socialista de la democracia española, la directora general de Cinematografía y realizadora Pilar Miró le propuso para un segundo mandato al frente de la Filmoteca, que declinó, a cambio de una vida sin horarios tan programados. Berlanga, presidente honorífico de la Academia Española de Cine, fue uno de los artífices de esta institución, presentada oficialmente en 1986.

Tiene los doctorados Honoris Causa de las Universidades Complutense de Madrid (1989) y Politécnica de Valencia (1997).

También es académico de Bellas Artes de San Fernando, institución para cuya nueva sección Escultura y Arte de la Imagen fue elegido el 25 de abril de 1988 e ingresó el 18 de junio de 1989 con el discurso "El cine, sueño inexplicable".

Entre sus distinciones también figuran, aparte de las citadas: Premio Nacional de Cinematografía (1981), Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), Premio Honorífico de Dirección de la Unión Videográfica Española (1991), Premio Pemán (1992) por su artículo Las piernas de Marlene(ABC), Distinción al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana (1993), Premio de la autonomía madrileña a la Creación Cinematográfica (1994), Garza de Oro del Festival de Cine Hispano de Miami (1997) y Medalla de Honor de la Asociación de Historiadores del Cine Español (2002).

Asimismo, ha recibido los Premios Honoríficos de la Asociación de Directores de Cine (2002), Cid de Honor del Encuentro Internacional de Cine y Literatura de Burgos (2002), Plácido de Plata en el Festival de Cine Negro de Manresa (2003) y el especial a la labor cultural del Gremio de Editores de Cataluña (2003), además de la Medalla Internacional de las Artes de la autonomía madrileña (2003).

Entre sus últimos reconocimientos destacan la Insignia de Oro de la Ciudad de Valencia (2004), la Medalla de Honor de la UIMP (2004), el Premio Internacional "Terenci Moix" a su trayectoria (2006), el título de Hijo Predilecto de la ciudad de Valencia y los homenajes que le tributaron el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona (2006), la Academia de Cine (2007), con motivo de los 55 años del rodaje de aquel entrañable "Míster Marshall", y la Mostra de Valencia (2009).

Sobre el cineasta se han publicado libros como Infiernos eróticos (1995), de Vicente Muñoz Puelles; Confidencias de un cineasta (2000), de Antonio Gómez Rufo; o el Bienvenido, Míster Cagada de su colega Jess Franco, quien así lo titula debido al apelativo que Berlanga utilizó durante el rodaje, en un mar de incidencias, de este clásico del cine.

Luis García Berlanga, retirado en 2000 tras concluir su última película -Extranjeros de sí mismos (2001)- y sin ganas de que le "tienten", nunca ha revisado sus trabajos, excepto cuando le "obligan" en algún homenaje.

Entre sus últimos actos públicos destaca el que tuvo lugar el 27 de octubre de 2008, para depositar en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes su legado secreto (hasta 2021, centenario natalicio), concretamente en la caja fuerte 1.034.

Asimismo, la inauguración, el 19 de mayo de 2010, del antiguo cine madrileño (de arte y ensayo) California, que recobró vida como Sala Berlanga, un espacio adaptado a los nuevos tiempos que hizo posible el Instituto Buñuel de la Fundación Autor de la SGAE.
Se casó en 1954 con María Jesús Manrique de Aragón, madre de sus cuatro hijos: José Luis, Jorge (periodista), Carlos (fallecido) y Fernando.

El 5 de junio de 2002, cuando Berlanga celebraba el 50 aniversario de su ¡Bienvenido, Mr. Marshall!, moría de una enfermedad hepática su hijo Carlos (42 años), músico en la "movida madrileña" de los años 80 que actuó con KaKa de Luxe, Alaska y Los Pegamoides/Dinarama y luego en solitario.

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