La ministra de Defensa, Carme Chacón, mostró este jueves su apoyo a las investigaciones en curso sobre el robo de armas en la base General Menacho en Botoa (Badajoz) y confirmó el relevo del jefe de seguridad y de su equipo, a propuesta del Jefe de Estado Mayor del Ejército, general Fulgencio Coll.
La titular de Defensa, preguntada por la investigación sobre el robo de 20 fusiles HK y 10 pistolas el pasado lunes en el acuartelamiento pacense, recordó que hay abiertas una investigación judicial, otra de la Guardia Civil y otra en el Ejército de Tierra.
Tras asistir a un ejercicio de tiro de los agentes privados que se embarcarán en los atuneros del Índico, la ministra declaró el total apoyo a las investigaciones en curso y agregó que espera sacar conclusiones cuando finalicen.
La ministra detalló que el general Coll le trasladó ayer miércoles que "con la prioridad de que el jefe de seguridad pudiera dedicar sus esfuerzos a apoyar las investigaciones en curso se le relevaría", y que su "número dos" asumiría el puesto.
También, agregó Chacón, le trasladó que había sido relevado todo el equipo de vigilancia y seguridad que estaba de guardia la noche en la que fueron sustraídas las 30 armas del armero de la Base militar.
El coronel jefe de la Unidad de Servicios de la Base pasó a "comisión de servicio para apoyar y colaborar en la investigación" del robo, según un comunicado difundido por el Ejército de Tierra, que también precisa que "los componentes de la guardia durante la noche del 27 al 28 de febrero también "dejarán de prestar servicio de seguridad hasta que concluya la investigación".
Portugal pide información
La Policía Judicial Militar (PJM) portuguesa investiga si el robo de armas tiene relación con uno ocurrido en el Cuartel de Carregueira, en la localidad portuguesa de Sintra, el pasado mes de diciembre, aunque por el momento "no hay nada" que indique que existe una conexión.
Según confirmaron a Europa Press fuentes de la Policía lusa, tras conocer, a través de las informaciones aparecidas en prensa, que se había producido "algo similar" a lo ocurrido en Sintra en la provincia de Badajoz, en un lugar "cercano" a la frontera, las fuerzas de seguridad portuguesas entraron en contacto con las autoridades españolas para "intercambiar información" y estudiar si existe algún tipo de relación entre ambos sucesos.
No obstante, la Policía Judicial Militar no cuenta por el momento con "ninguna pista" que conduzca a pensar que los dos robos están relacionados, aunque, según indicaron las fuentes consultadas, esta hipótesis continúa investigándose, hasta que pueda descartarse por completo.
Las autoridades portuguesas creen que el robo en Carregueira tuvo lugar entre el 25 y el 31 de diciembre. En él, los asaltantes se llevaron, al menos, diez armas, entre fusiles de asalto y pistolas, cuya situación actual se desconoce.
Según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, ya hay "varios sospechosos" de estar implicados en el robo en la base portuguesa, entre ellos algún militar, aunque por el momento no se ha llevado a cabo ninguna detección ya que se están recabando todas las pruebas posibles.
Desde el primer momento, en Portugal se apuntó a la posibilidad de que los autores del robo tuvieran información de dentro del cuartel, tal y como ha sucedido en el asalto a la Base General Menacho. Según indicaron fuentes militares, la rapidez con la que los asaltantes de Bótoa llevaron a cabo su acción, en un recinto de grandes dimensiones, y el modo en que la ejecutaron, conduce a pensar que "tenían información del interior", ya que "conocían muy bien" por dónde se movían.