Durante la segunda mitad de 2009 la dirección de la COPE ha venido negando a sus trabajadores y a los medios de comunicación que se fuera a realizar un ajuste laboral en forma de ERE, pero ya en este periodo una cantidad significativa de personas (unas 80) ha abandonado la empresa a través de diversos métodos: salidas voluntarias, jubilaciones parciales, prejubilaciones voluntarias, finalización de contratos que no se renuevan…
Sin embargo, la realidad es que esto no ha sido suficiente y ahora la empresa ha puesto sobre la mesa, aprovechando el final de la vigencia del convenio colectivo, la necesidad de un "ajuste estructural" que pasaría por el despido de unas 200 personas de los 850 trabajadores que actualmente tiene la empresa.
Si se suman esos 200 despidos a las salidas de la segunda mitad de 2009 el recorte de plantilla sería de exactamente un tercio respecto a la que tenía la COPE antes del pasado verano.
A pesar de lo drástico del recorte, incluso en una reunión a mediados del pasado mes de diciembre la dirección de COPE negaba insistentemente que se fuese a producir un ERE, por lo que miembros del comité de empresa de la compañía declaran sentirse "completamente engañados".
Críticas a la gestión y al cambio de programación
Miembros del comité de empresa han transmitido una severa crítica a la gestión que viene desarrollando la dirección de la compañía, de la que destacan el cambio de programación (en referencia a la salida de Federico Jiménez Losantos y César Vidal) que se produjo en septiembre "con la que está cayendo". Además, señalan que se hizo "una apuesta que necesita tiempo para cuajar, cuando precisamente lo que no tenemos, dada la situación, es ese tiempo".
Señalan también los esfuerzos económicos y humanos que la empresa ha desarrollado para poner en marcha otros proyectos, Popular TV, Gestiona o COPE.es, que "era obvio" que tampoco iban a tener un rendimiento positivo a corto y medio plazo.
Llegados a este punto, los trabajadores son francamente escépticos respecto a los planes de la dirección y se muestran convencidos de que "si hay un ajuste en la plantilla deberá haberlo también en la gestión". Además, parte del comité de empresa señala su falta de confianza respecto a la capacidad de Coronel de Palma para solucionar la situación, una desconfianza que no es nueva: "Viendo el talante que tenía el presidente y la línea que llevaba nos daba verdadero pánico".
Por último, los trabajadores señalan que no aceptarán soluciones que pasen por ajustes estructurales: "hay formas de ajustes temporales que deberíamos estudiar".