L D (Agencias) La Dirección General de Policía, que ha elevado a casi 80 el número de robos cometidos por esta red de sus cálculos iniciales, considera que los arrestados estaban "altamente especializados" y actuaban con una gran movilidad ya que realizaban sus actividades delictivas (están también acusados de robo en naves industriales y de vehículos, y falsedad documental) en varias provincias españolas, como Cádiz y en las de la Comunidad Valenciana.
Las investigaciones, coordinadas por la Comisaría General de Policía Judicial y que se han llevado a cabo en Barcelona, Madrid y en varias provincias andaluzas, han puesto de manifiesto que los arrestados operaban en distintos grupos compuestos por tres o seis individuos, que contaban con una infraestructura importante, tanto de alojamientos como de vehículos.
Las investigaciones, coordinadas por la Comisaría General de Policía Judicial y que se han llevado a cabo en Barcelona, Madrid y en varias provincias andaluzas, han puesto de manifiesto que los arrestados operaban en distintos grupos compuestos por tres o seis individuos, que contaban con una infraestructura importante, tanto de alojamientos como de vehículos.
Gran movilidad
Los integrantes de la red, que operaban con documentaciones falsas, dedicaban incluso a algunos individuos a estas tareas ya que se movían de unos lugares a otros con una gran facilidad y cambiaban de domicilio cada cierto tiempo, informó la agencia Efe.
Los arrestados estaban especializados en distintos delitos y, así, cada "célula", según la Policía, contaba con especialistas en conducción evasiva, apertura de cerraduras y cajas fuertes o en la inutilización de alarmas, que se valían de los medios técnicos necesarios, entre ellos comunicadores, inhibidores de alarma, visores nocturnos y otros instrumentos muy tecnificados.
Pero antes de cometer el robo, los delincuentes estudiaban minuciosamente el objetivo, ya sea una vivienda o un polígono industrial, y comprobaban la idoneidad de la situación, las vías de huida, posibles alarmas o vigilantes de seguridad y otras circunstancias. Solían robar por la noche y utilizaban el siguiente "modus operandi": enviaban primero a un vehículo con uno de ellos para avisar de los posibles peligros a los que iban a ejecutar el robo, quienes iban en un segundo coche a una cierta distancia.
Los integrantes de la red, que operaban con documentaciones falsas, dedicaban incluso a algunos individuos a estas tareas ya que se movían de unos lugares a otros con una gran facilidad y cambiaban de domicilio cada cierto tiempo, informó la agencia Efe.
Los arrestados estaban especializados en distintos delitos y, así, cada "célula", según la Policía, contaba con especialistas en conducción evasiva, apertura de cerraduras y cajas fuertes o en la inutilización de alarmas, que se valían de los medios técnicos necesarios, entre ellos comunicadores, inhibidores de alarma, visores nocturnos y otros instrumentos muy tecnificados.
Pero antes de cometer el robo, los delincuentes estudiaban minuciosamente el objetivo, ya sea una vivienda o un polígono industrial, y comprobaban la idoneidad de la situación, las vías de huida, posibles alarmas o vigilantes de seguridad y otras circunstancias. Solían robar por la noche y utilizaban el siguiente "modus operandi": enviaban primero a un vehículo con uno de ellos para avisar de los posibles peligros a los que iban a ejecutar el robo, quienes iban en un segundo coche a una cierta distancia.
Extremadamente peligrosos
Cuando los delincuentes lograban introducirse en la vivienda o en la empresa, los dos vehículos permanecían en el exterior, y si en algún momento se veían acorralados o alguien les hacía frente eran extremadamente peligrosos ya que podían agredir o embestir con sus coches a cualquier persona que les intentara dar el alto.
Los beneficios que lograron con estos robos logrados eran remitidos a través de empresas de dinero a su país. El cabecilla de la red era Gabriel W., quien supervisaba directamente las distintas células pasando temporadas en cada una de ellas. Las primeras actuaciones se desarrollaron en Barcelona, de forma conjunta con las Jefaturas Superiores de Policía de Valencia y Barcelona.
Los investigadores localizaron una célula compuesta por tres personas dedicadas al robo en domicilios y al robo de vehículos, que tenía establecida su zona de influencia en las Comunidades Autónomas de Valencia y Cataluña. El pasado día 4 de mayo fueron detenidos sus integrantes, y se practicó un registro en un domicilio.
Cuando los delincuentes lograban introducirse en la vivienda o en la empresa, los dos vehículos permanecían en el exterior, y si en algún momento se veían acorralados o alguien les hacía frente eran extremadamente peligrosos ya que podían agredir o embestir con sus coches a cualquier persona que les intentara dar el alto.
Los beneficios que lograron con estos robos logrados eran remitidos a través de empresas de dinero a su país. El cabecilla de la red era Gabriel W., quien supervisaba directamente las distintas células pasando temporadas en cada una de ellas. Las primeras actuaciones se desarrollaron en Barcelona, de forma conjunta con las Jefaturas Superiores de Policía de Valencia y Barcelona.
Los investigadores localizaron una célula compuesta por tres personas dedicadas al robo en domicilios y al robo de vehículos, que tenía establecida su zona de influencia en las Comunidades Autónomas de Valencia y Cataluña. El pasado día 4 de mayo fueron detenidos sus integrantes, y se practicó un registro en un domicilio.
También en Madrid
Simultáneamente en Madrid, se practicaron dos actuaciones el pasado 9 de mayo: en la primera fueron arrestados tres individuos cuando iban a acceder a un restaurante cerrado al público, utilizando para ello diversas herramientas, y en la segunda se detuvo a cuatro personas autores de diversos robos con fuerza.
La operación culminó con una serie de actuaciones en las ciudades de Córdoba, Granada y Málaga: la Policía detuvo a cuatro kosovares cuando regresaban desde Granada a Málaga, después de haber perpetrado horas antes un robo en un chalet. Les fueron requisadas diversas herramientas y útiles para el robo, así como el vehículo en el que viajaban, donde portaban además los efectos sustraídos en el citado chalet.
Simultáneamente en Madrid, se practicaron dos actuaciones el pasado 9 de mayo: en la primera fueron arrestados tres individuos cuando iban a acceder a un restaurante cerrado al público, utilizando para ello diversas herramientas, y en la segunda se detuvo a cuatro personas autores de diversos robos con fuerza.
La operación culminó con una serie de actuaciones en las ciudades de Córdoba, Granada y Málaga: la Policía detuvo a cuatro kosovares cuando regresaban desde Granada a Málaga, después de haber perpetrado horas antes un robo en un chalet. Les fueron requisadas diversas herramientas y útiles para el robo, así como el vehículo en el que viajaban, donde portaban además los efectos sustraídos en el citado chalet.
En un pueblo de 200 habitantes
Por otra parte, una banda de ladrones desvalijó en la madrugada del domingo al lunes una veintena de casas de El Vilosell (Lleida) y se llevó todo tipo de objetos de valor, además de varios vehículos, entre ellos el coche del alcalde de esta localidad, de escasamente 200 habitantes.
Los ladrones se llevaron toda clase de objetos, desde comida de los frigoríficos, a dinero, bicicletas y joyas. De momento, ante la policía autónoma se han presentado seis denuncias, de las que tres son por el robo de los vehículos. Las otras tres denuncias proceden de un bar, unas bodegas y un almacén del pueblo.
Se sospecha que los ladrones podrían haber utilizado los vehículos robados para transportar todo el material robado. Precisamente el del alcalde de la localidad, Josep Maria Nogué, es una de las claves de la investigación, ya que lleva incorporado un teléfono móvil desde el que, al parecer, se han realizado llamadas a Rumanía, informó Europa Press.
Los vecinos también denuncian que en el último mes se han producido robos en otras localidades de la zona. De hecho, la Policía Autonómica ha doblado la vigilancia en El Vilosell y tiene previsto aumentar también la vigilancia nocturna en la zona. Según la policía, todo indica que se trata de una banda de fuera de la provincia que llegó, cometió los robos y se fue rápidamente.