Este tipo de cosas indican que tenemos un Estado muy caro y, a la vez, muy débil. Esto se desmorona.
Pues a la carcel con ellos, y cuando cumplan sentencia una patada en el culo y a su puto país.
Gracias SR. Caldera por el papeles para todos. Panda de inútiles
Hasta hace unos pocos años --concretamente hasta que en 2007 a la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) se le encomendó el control de las bonificaciones con cargo al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE)-- cualquier medio espabilado podía cometer fraude con dichas bonificaciones: el control que de las mismas hacía el SPEE era inexistente.
Cuando la TGSS empezó a llevar el control, detectó miles de bonificaciones que habían sido aplicadas sin tener derecho a ello. Y recuperó varios millones de euros con las reclamaciones que hizo respecto de los períodos no prescritos (cuatro años). De esto no busquen Vds. noticias en los períodicos: de haber visto la luz, más de un director general tendría que haber dado explicaciones por el descontrol.
Esta semana he acudido a una oficina del SPEE para solicitar información respecto de una de las bonificaciones que van con cargo a su presupuesto. Me han dicho ... ¡¡¡que pregunte en la TGSS!!!
Si esto es,como dice juanvic,la punta del iceberg.
Yo tengo un familiar en la SS y la gente de fuera piden un montón de recetas para mandar los medicamentos a sus países.Y medicamentos caros,no una caja de aspirinas.
¡ Que vergüenza!, Ya hasta los extranjeros se rien de nosotros. Pero como siempre, ya estan libres, desues de ser imputados y aqui siguen en España, en lugar de expulsarles de nuestro pais .
Que se regule seriamente de una vez por todas la entrada de extranjeros en España.
¿ Todos extranjeros ?
A la frontera con ellos y que no entren nunca más en España.
Lo gordo de todo esto es que esto no es más que la punta del iceberg. Esperemos a que salte la espita en el resto de España...
Este episodio, no es solo la punta del iceberg, es también la enésima prueba de que este es un país inviable. Claro que me consuelo pensando en que estos son los que van a pagar las pensiones de ese enjambre de estúpidas cigarras a las que ya les queda poco para perecer de frío y miseria.
Como esta mañana me he levantado bastante indignado, les mentiría si dijera que lo siento por los inocentes y que pagarán justos por pecadores, porque por acción u omisión todos somos bastante culpables y tenemos lo que nos merecemos.
Creo que dentro de poco, cuando me retire a mi colina para contemplar el incendio de Roma, solo me quedarán fuerzas para decir ¡Estúpidos, estúpidos, estúpidos! y recordar cómo hace bien poco, nuestros ilustres próceres se paseaban por el mundo alardeando y dando conferencias sobre nuestra modélica transición. Creo que a partir de ahora, muchos de ellos que habrán huido como ratas -alguno ya lo ha hecho-, volverán a pasearse dando otras conferencias que esta vez se titularán "Cómo cargarse un país con los tontos dentro".