Por lo visto, en la redacción de "LD" ocurre lo mismo que en la de los tres periódicos de mi ciudad (Salamanca): en las corporaciones municipales no hay concejales, sino "ediles". Con esto pasa lo mismo que con los tropos poéticos: el primero que comparó los ojos de una mujer con turquesas y sus dientes con perlas y sus labios con corales era un poeta; el segundo un plagiario y el tercero y siguientes, idiotas sin originalidad. Pues con la manía de llamar ediles a los concejales, lo mismo...
Aunque el cine sea ficción, me alucina que incluso nuestras autoridades estén tan contentas y apoyen que se siga haciendo publicidad cutre del país. Además me temo que la peli no va "de Romanos" sino que pretende reflejar la situación de la España actual.
Lo que tengo bastante claro es que jamás vamos a dejar de ser un país de pandereta. En fin, espero que al menos todo sea para mayor gloria del Sr. Cruise.
Es que los toros ,al trabajar para una película, exigieron el copy-right y como no lo cobraban, alentados por los de la SGAE decidieron pillar la de Villadiego. Ya lo dice la letrilla: ¡Las vacas del pueblo ya se han escapao, Riau,Riau!
¿Que se han escapado los toros de una película? Y no voy al cine más.
Yo me ido con los toros a tomarme un par de cervecitas, alpairo. Me han dicho que como las vacas se enteren, de que pueden abortar, sin pedrile permiso a los padres, se les acaba el monoplio.
El portavoz del PSOE tiene toda la razón. El Ayuntamiento hizo dejación de funciones: o no comprobó las medidas de seguridad; o las comprobó y dio de paso creyendo tal vez que los toros eran mecánicos, de esos que tienen movilidad limitada.
Recomendaría a los gaditanos que salieran a la calle con un capote. Al menos durante los días de rodaje.
Pues nada, los aburridos gaditanos ya tienen tema de conversación para un mes, y las chirigotas de carnaval (que ya están ensayando) acaban de encontrar un filón para sus coplillas.
El problema de fondo es que Cádiz es la capital de la chapuza donde todo se hace manga por hombro y de aquella manera. Lo que ha pasado ayer (que podría haber acabado en tragedia) es solo un botón de muestra. Eso sí, a los peperos gobernantes se les ha atragantado la euforia y el orgullo por la "publicidad gratuita" que iban a conseguir gracias a la película, aunque para ello hubiera que cerrar al público el centro neurálgico de la ciudad durante 10 dias.
A ver quien se atreve ahora a dar la cara y a explicar como es posible que unos toros, que ni siquiera son bravos, se pudieran escapar del redil el primer dia de rodaje. Quien se encargó de verificar la seguridad de las vallas debía ser un señorito pepero que no ha visto un morlaco en su vida.