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El abogado de Fritzl recibe numerosas amenazas procedentes de todo el mundo

El caso protagonizado por Josef Fritzl ha conmocionado enormemente a toda Austria e incluso su abogado está siendo víctima de numerosas amenazas tanto desde el país centroeuropeo como de otros estados. Rudolf Mayer ha recibido llamadas y correos electrónicos que critican su defensa y que pretenden intimidarle. Por su parte, el jefe de la investigación cree que el violador-secuestrador pudo planear el secuestro de su hija durante años atendiendo a la reforma secreta del sótano que finalizó en 1983, cuando su hija tenía 12 años.

El caso protagonizado por Josef Fritzl ha conmocionado enormemente a toda Austria e incluso su abogado está siendo víctima de numerosas amenazas tanto desde el país centroeuropeo como de otros estados. Rudolf Mayer ha recibido llamadas y correos electrónicos que critican su defensa y que pretenden intimidarle. Por su parte, el jefe de la investigación cree que el violador-secuestrador pudo planear el secuestro de su hija durante años atendiendo a la reforma secreta del sótano que finalizó en 1983, cuando su hija tenía 12 años.
LD (Agencias)  Rudolf Mayer ha recibido numerosas amenazas de Austria y del extranjero por defender al sospechoso del caso más grave de incesto en Austria en tiempos modernos. "El sospechoso debe ser linchado y colgado, y el abogado defensor castigado", es uno de los correos electrónicos que ha recibido el letrado en los últimos días, tras descubrirse el espeluznante caso criminal a finales de abril en la localidad de Amstetten protagonizado por Fritzl
 
De este modo, el abogado aseguró a la prensa austriaca que "es difícil de entender. Yo no pido comprensión hacia mi cliente", al comentar las amenazas e intimidaciones que recibe de distintos estratos sociales, tanto de Austria como de otros países europeos. En este sentido, si se celebrara un referéndum para volver a introducir la pena de muerte, el 80 por ciento de la población lo aprobaría, explicó el abogado sobre la exaltación popular contra el hombre detenido actualmente en prisión preventiva en un centro penitenciario de Sankt Pölten, a 65 kilómetros al oeste de Viena.
 
Mayer Agregó que recibió una llamada de una periodista que iba en taxi y cuyo conductor le dijo que deberían gasear a toda Amstetten, la ciudad donde Fritzl retuvo en un zulo a su hija Elisabeth casi un cuarto de siglo en condiciones infrahumanas. Entre los pocos correos positivos, Mayer comentó el de un hombre que se mostraba sorprendido de que incluso los intelectuales en su círculo de amistades no supieran separar a un abogado de su cliente.
 
Sobre su defendido, Josef Fritzl, dijo que su estado sigue siendo el mismo que en días anteriores y que había preguntado por su familia, pero que se ha resignado a aceptar su destino. La Fiscalía del Estado prevé continuar el interrogatorio de Fritzl en los próximos días, después de que confesara a la policía haber mantenido cautiva en un sótano de su casa a su hija Elisabeth y haber tenido con ella siete hijos, de los que uno murió apenas nacer.
 
Fritzl planeó durante años el secuestro de su hija
 
Elisabeth Fritzl, de 42 años, permaneció prisionera en el sótano sin ventanas, con ocho puertas con candados, situado debajo del hogar familiar, cuya parte original fue construida a finales del siglo XIX, mientras que en 1983 se finalizó una extensión. De este modo, el comisario responsable de la investigación, Franz Polzer, aseguró que "ya en la fase de planificación hubo la intención de añadir algo en este edificio, algo desconocido, algo fuera de la vista de la autoridad de la construcción, una pequeña área, un pequeño secreto, una pequeña mazmorra".
 
La hija de Fritzl, que dice que Josef abusó de ella desde que tenía 11 años, declaró que fue drogada y encerrada en el sótano cuando tenía 18 años. Cuando el padre entregó los planes para la extensión de la casa a las autoridades hace unos 30 años, ella tenía 12. Los fiscales le acusan de violación, incesto, coerción y la muerte de uno de sus hijos-nietos, un bebé que dice que quemó en un horno tras su muerte al poco tiempo de nacer.
 
Los médicos dicen que el estado de Elisabeth y sus hijos, los otros que permanecieron encarcelados son dos varones de 18 y cinco años, va mejorando poco a poco. "La luz, el aire fresco y la nutrición equilibrada les está haciendo bien", dijo el médico Berthold Kepplinger, del hospital en la localidad austriaca de Amstetten. Este mismo doctor confesó que "los hijos de la casa y los del sótano se están conociendo de un modo alegre". "Lo agradable es que están empezando a tener una vida diaria juntos: la madre y la abuela preparan el desayuno, los niños hacen las camas", subrayó.

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