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El alcalde de Jun dice que los vecinos están dispuestos a "vengarse escopeta en mano" de los okupas

Es el primer caso en España en el que unos okupas se adueñan no de un edificio vacío, sino de domicilios habitados por sus propietarios.

Es el primer caso en España en el que unos okupas se adueñan no de un edificio vacío, sino de domicilios habitados por sus propietarios.

L D (Agencias) La Subdelegación del Gobierno ha ordenado a la Guardia Civil que extreme la vigilancia en la localidad granadina de Jun para evitar altercados mientras llega el mandamiento judicial que permita desalojar a los okupas que echaron de sus casas a varias familias. El municipio está viviendo "momentos tensos y cargados de crispación". Según el alcalde, han tenido que convencer a algunos vecinos "cargados con escopetas" que pretendían tomar "la justicia por su mano".

El regidor socialista José Antonio Rodríguez ha denunciado "el vacío legal existente" ante un hecho así, "al tratarse del primer caso en España en el que unos okupas se adueñan, no de un edificio vacío, sino de domicilios habitados por sus propietarios, a los que obligaron a irse".

En las últimas horas se han sucedido los altercados protagonizados por los okupas cuando el alcalde intentaba demostrar a las cámaras de televisión el peligro de incendio que revisten los bloques de viviendas ante los numerosos cables de tensión eléctrica "que hay puenteados y conectados a una única resistencia". Nada más percatarse de su presencia, los okupas fueron asomándose para insultar y amenazar al representante municipal y a los periodistas, "llegando incluso uno de ellos a empujarme y repetirme que me van a matar".

Los okupas que han obligado a una veintena de familias de Jun aseguran haber pagado 3.000 euros por las viviendas, según informó Rodríguez, que ha solicitado protección después de haber sido amenazado el lunes con una pistola. Las familias afectadas son 24 las familias. Han tenido que abandonar sus domicilios porque las echaron directamente los okupas o por miedo a sus "nuevos vecinos".

Los okupas proceden de uno de los barrios más marginales de Granada capital, La Cartuja, y se han hecho los amos de un edificio de tres bloques de viviendas ubicado en las cercanías del Ayuntamiento, donde sólo permanecen un legionario, "con el que nadie se atreve a meterse", una anciana de 81 años, que no puede irse a ningún otro lugar, y dos familias, apuntó el alcalde.

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