Estos vecinos del Berrocal tuvieron mala suerte por partida doble: primero, y más grave, el incendio y segundo el que éste ocurriera, como quien dice, recién estrenadito Zapatero como Presidente del Gobierno. Tocaba mirar para otro lado e ignorar la catástrofe para que nadie se olvidara de que éstas solo ocurren con Gobiernos fachas, nunca con los progresistas. Catástrofe solo ha habido una: el chapapote. El del Berrocal se convirtió, pues, en el incendio que nunca ocurrió. Espero, sin embargo, que sigan votando alcaldes socialistas que son los más preocupados por las problemáticas sociales.
Este alcalde es un desestabilizador...¿Mira que decir que Pepelui I el Psicópata no cumple sus promesas? Si es que no se puede ser blando, luego vienen las revoluciones y nos quejaremos... Estoy, al tiempo que escribo este comentario, oyendo unos ladridos que ... Tranquilos, que no "panda el cúnico", era Pepiño, ladrando, como siempre, y como buen ministro del bobierno ¿presidido? por la Gioconda de la Moncloa, una gilipollez detrás de otra.