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DURANTE LA LIBERACIÓN DEL ALAKRANA

Defensa insiste: hubo disparos pero el capitán del barco no los oyó

El capitán "Alakrana", Iker Galbarriatu, ha asegurado, en contra de lo que afirma el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez, que durante la liberación del atunero español "no hubo disparos por parte del Ejército Español". Defensa ratifica la versión del JEMAD.

En una entrevista con EFE-Radio, el capitán del "Alakrana" ha desmentido así las palabras del JEMAD, que aseguró este miércoles que un helicóptero de las Fuerzas Armadas españolas "abrió fuego por la proa" del esquife en el que huían los piratas, "y luego hacia la zona del motor" para tratar de detenerlo. 

El ministerio de Defensa considera que Iker Galbarriatu no pudo oír los disparos que se efectuaron contra los últimos cinco piratas porque en el momento en el que uno de los helicópteros disparaba, el barco español se encontraba ya fuera de esa zona, informaron a Europa Press en fuentes de Defensa. Las mismas fuentes aseguran también que mientras ese helicóptero perseguía a los piratas en su huida hacia la costa, el otro se encontraba sobrevolando el barco y dándole protección, subrayando que con el ruido que hacen estos aparatos era muy difícil que se oyeran las ráfagas de disparos. Por lo tanto, el ministerio de Defensa se ratifica en la versión aportada esta mañana por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) José Julio Rodríguez, de que un helicóptero español abrió ayer fuego contra los últimos piratas del "Alakrana" en el momento en el que huían hacía la costa.

La versión de Defensa

El JEMAD confirmó este miércoles que el operativo de captura de los piratas que tenían secuestrado el Alakrana se puso en marcha después de que el patrón del barco avisara a la Fragata Méndez Núñez de que el último de los piratas había desembarcado.

Rodríguez explicó que dos minutos después de la llamada estaba ya en marcha el dispositivo, pero argumentó que no se pudo detener a ningún pirata debido a que la distancia hasta la costa –1,7 millas náuticas, es decir, 3,1 kilómetros– era muy corta, lo que les daba "muy poco tiempo".

En rueda de prensa junto a la ministra de Defensa, Carme Chacón, el JEMAD detalló que tras dicha llamada dos helicópteros se acercaron al pesquero, uno para protegerlo de un hipotético intento de nuevo secuestro, y otro para tratar de capturar a los piratas que abandonaron el Alakrana en último lugar en su huida a bordo de un esquife.

Este otro helicóptero, según el JEMAD, "abrió fuego por la proa de ese esquife, y luego hacia la zona del motor" para tratar de detenerlo. Sin embargo, los piratas consiguieron llegar a la playa y confundirse con el resto de la gente, de manera que el helicóptero regresó hacia el pesquero. "No hubo heridos ni muertos" entre los piratas en esta operación, apostilló.

Asimismo, indicó que ahora el Alakrana navega hacia Puerto Victoria, en las islas Seychelles, escoltado por la fragata Canarias, que está dando "apoyo sanitario" a uno de los tripulantes liberados, después de que el médico del atunero así lo solicitara. Explicó que en un primer momento se temió que pudiera ser una angina de pecho, pero tras hacerle un chequeo se desechó esa posibilidad y ahora está estable.

El JEMAD insistió en que liberar al Alakrana ha sido la "prioridad", y puntualizó que el único límite ha sido "no poner en riesgo a los tripulantes". Además, expuso que en los instantes iniciales del secuestro se plantearon asaltar el buque, opción que se descartó para no poner en peligro a la tripulación, así como utilizar otros medios tales como colocar dispositivos que pudieran detener el barco, si bien esto también se descartó.

"Cometido prioritario: Capturar a los secuestradores"

De este modo, recordó que las Fuerzas Armadas sólo decidieron actuar en dos ocasiones: al principio del secuestro para evitar que el pesquero llegara a la costa –y que motivó la detención de dos piratas–, y otra ayer una vez se confirmó que no quedaban piratas a bordo. "Ahora las Fuerzas Armadas suman a su lucha contra la piratería un cometido prioritario más, que es la captura de quienes han tenido secuestrado al Alakrana", sentenció.

Señaló también que cinco días después del secuestro se envió a la zona un equipo de refuerzo, una unidad de guerra naval que se lanzó en paracaídas a alta mar desde un avión Hércules procedente de Djibuti. Insistió en que el Alakrana estuvo monitorizado en todo momento y siempre a la espera de una posible actuación en caso de que no existieran riesgos para la seguridad de los tripulantes.

La ministra Chacón, por su parte, planteó que la Operación Atalanta es un éxito porque logra evitar secuestros, pero tiene también fuertes carencias, de manera que si no se actúa también en tierra habrá que "prolongar sine die" esta Operación. Así, detalló algunas de estas medidas en tierra, como la formación de los guardacostas somalíes y el control de determinados puertos desde los que operan los piratas, al tiempo que anunció que cuando España presida la UE se va a proponer una Conferencia Internacional sobre Somalia, para "erradicar" la piratería y dar "alternativas quienes viven de la piratería".

Preguntada por Libertad Digital sobre si podía confirmar que el Gobierno habría pagado un rescate de 2,7 millones de euros a los piratas para que liberasen a los marineros, Chacón eludió contestar a la pregunta y se limitó a decir que "desde el primer día" el Gobierno puso sobre la mesa "todos los esfuerzos en todos los ámbitos, siempre legales, con el objetivo de lograr la liberación". Añadió que "no se han escatimado ni medios ni recursos para garantizar no sólo la integridad física de la tripulación, sino para si se daban las circunstancias, proceder a la liberación del pesquero y a la detención del mayor número de piratas posible".

En esta línea, puso en valor el trabajo de "hasta 567 miembros de las Fuerzas Armadas", que "en todo momento" han tenido preparado un "dispositivo de liberación del pesquero y a su vez un operativo de liberación de la tripulación y de detención de sus captores". "Los marineros y los soldados se han conducido siempre con el objetivo del regreso sanos y salvos de todos los tripulantes junto a sus familias cuanto antes", apuntó.

Resaltó también que "en cada uno de los 47 días" que ha durado este secuestro el mando de operaciones del Estado Mayor de la Defensa efectuó una "evaluación permanente de la situación y estudió las diversas posibilidades que existían para llevar a cabo una operación militar de liberación del Alakrana y su tripulación". Añadió que con su "habitual discreción, eficacia y firmeza, los 567 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas que han participado en el dispositivo han hecho lo máximo que ha estado en sus manos para poner fin al secuestro sin arriesgar vidas".

Según dijo, el Alakrana ahora "navega libremente hacia aguas seguras" y se prevé que sus 36 tripulantes lleguen a primera hora del viernes a las islas Seychelles. Chacón, quien envió un mensaje de "afecto, apoyo y solidaridad a los secuestros y a sus familiares", remarcó que las Fuerzas Armadas han desarrollado sus cometidos en "estricto cumplimiento del mandato de la Operación Atalanta", al tiempo que dijo que el mando de operaciones del Estado Mayor de la Defensa ha actuado siempre en completa coordinación con el mando de operaciones de Atalanta y en coordinación con el resto de países con presencia en la zona.

No aclaran si bajaron detenidos a tierra

A preguntas de los periodistas, el JEMAD no dejó claro si en algún momento los secuestradores llegaron a bajar a tierra a tres de los tripulantes del barco. Según explicó, la información dada por los piratas fue que los habían bajado, algo sobre lo que los servicios de inteligencia apuntaron que "podía ser que estuvieran en la playa". Sin embargo, señaló que posteriormente esos mismos servicios de inteligencia "mostraron que estaban a bordo".

"La primera información que se dio fue en base a los servicios de inteligencia, y luego se comprobó posteriormente que estaban a bordo, en base también a esos servicios de inteligencia. Los datos son los que son", aseguró.

Sobre este asunto, Chacón resaltó que se movieron en función de lo que los servicios de inteligencia les trasladaron, que fueron dos datos. "En un primer momento, que se bajaron a tierra tres de los tripulantes", dijo, para luego añadir que supieron a través del primer ministro somalí, y que así "se lo hizo saber" al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "que los tres estaban de nuevo en el barco".

Acerca de si hubo un informe dudando de la conveniencia de traer a España a los dos piratas detenidos y si éste texto se debatió en el comité de crisis, el JEMAD expuso que toma sus decisiones en base a multitud de informes, y agregó que lo que él llevó a ese comité fueron "decisiones". "La decisión de detener se tomó dentro de la Atalanta. Informes, muchos. Nuestras actuaciones son siempre en base a todas las posibilidades, analizamos todas las situaciones", concluyó.

"La entrega del rescate se hizo en la zona de estribor"

El capitán del pesquero, por su parte, ha asegurado que la entrega del rescate a los piratas se realizó en la zona a estribor del barco, mientras que los 36 tripulantes estaban en el área de babor, por lo que no pudieron ver cómo se efectuó, pero indicó que creen que los secuestradores se repartieron el botín en una sala conocida como de oficiales.

"Tenía curiosidad por ver cuánto abultaba tal cantidad de dinero, pero no lo vimos porque las bolsas del rescate se entregaron por estribor y nosotros estábamos a babor. Luego nosotros estábamos en el último piso y los piratas estaban en un salón más abajo que le llamamos de los oficiales y creemos que hicieron el reparto allí", aseveró Galbarriatu, quien indicó que desconoce si la cifra se eleva, como señalan algunas fuentes, a 2,7 millones de euros.

"Unos 25 botes esperaban a los 63 piratas"

En declaraciones a Europa Press, Galbarriatu explicó que los negociadores les transmitieron a los tripulantes el pasado lunes que "al día siguiente" podría haber una solución al secuestro, de forma que ayer los piratas "empezaron a marcharse escalonadamente en turnos de seis-ocho en botes". Según explicó, "unos 25 botes esperaban a los 63 piratas que había a bordo", hasta que "los últimos cinco" abandonaron el 'Alakrana'.

Entonces este bote con los últimos cinco piratas "pasó por enfrente del barco y puso rumbo a tierra", que era la señal convenida para indicarle a la tripulación que ya estaban "completamente libres" y que arrancasen mar adentro al encuentro de la Armada española. "Nos fuimos mar adentro y aparecieron dos helicópteros de la Armada", afirmó el capitán.

El capitán ha comentado que se vivieron momentos de "mucha tensión" y "nerviosismo" porque prácticamente la cantidad de piratas a bordo se dobló y llegaron a estar "63 piratas armados".

"Los piratas se veían vencedores"

"Los piratas se veían vencedores, satisfechos porque para ellos es una victoria. Ese dinero no lo ganaría en diez vidas un trabajador", aseveró Galbarriatu, quien reclamó "medidas eficaces y no parches" para solucionar los problemas de seguridad de la flota que faena en el Índico. "No creo que cejen en su empeño de seguir atrapando más barcos porque encontraron un negocio lucrativo. Sólo pueden perder su vida, pero como ya la tienen perdida, es el negocio del siglo", subrayó.

"Nunca existió un corredor de seguridad"

El capitán del Alakrana explicó que cuando fueron secuestrados el pasado 2 de octubre, el atunero estaba "a 300 millas de Somalia", pero negó que hubiesen arriesgado al estar en esa posición porque cumplían el compromiso --"como se había acordado", apuntó-- de comunicar dos veces al día la posición del atunero. "Nadie nos había dicho que no nos acercásemos allí", afirmó tras subrayar que "nunca existió un corredor de seguridad".

"No se puede pretender que estén en 10 millas 20 barcos y que esté un sólo barco de protección. No se puede llamar perímetro de seguridad. No es efectivo", sentenció. "Sabíamos dónde estaba la fragata de la Armada, pero no nos dio tiempo físico de llegar allí", explicó.

En todo caso, prefirió no evaluar la gestión realizada por el Gobierno español porque dijo que carece de información en detalle. "No quiero aventurarme en un juicio de valor, primero tengo que saber cómo ha ido todo porque no estamos muy informados", dijo.

El momento más duro
Según el capitán, personalmente el momento más duro que ha vivido a lo largo de estos días de secuestro ha sido cuando los piratas "les pusieron a todos en proa y empezaron a disparar", para después llevarse "supuestamente a los tres compañeros".

El capitán ha asegurado que durante el secuestro han recibido "golpes, amenazas, insultos, escupitajos y muchas cosas", por parte de los piratas, aunque prefería no hablar de ello.

 

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